Opinión

¡Anima a tu equipo por encima de todo!

(Foto: FIFA).
Jesús Antonio Fernández Olmedo | Lunes 31 de octubre de 2022

No me cabe la menor duda de que el deporte del fútbol ha entrado en la ruina del consumismo actual y, por tanto, en la caída de sus valores como era en un principio este deporte que acapara atenciones mundiales.



En un principio era la clase obrera la que coordinaba este deporte pero, poco a poco, los lobbies empresariales supieron astutamente tener el control de una actividad deportiva con la que vieron en ella un filón de sustanciosas ganancias.

Las grandes patronales del fútbol han llegado a corromper tanto al deporte del balompié que han llegado al más extremo de lo que podría ser la destrucción total de la esencia futbolística, esta se llama Qatar.

Se calcula que unos 6.500 trabajadores han perdido la vida en la construcción de los estadios allí. Pero lo que importa no son las vidas humanas ni un país que no respeta los derechos humanos un ápice sino las ganancias multimillonarias.

Por supuesto, el gobierno qatarí no permite el derecho de huelga de los trabajadores.

El fútbol entra en unos lares en donde se celebrará la copa del mundo donde las mujeres no pueden enseñar sus piernas, ni los homosexuales besarse y, claramente, tendrán el acceso prohibido a los estadios.

Incumplimiento de contratos, trabajadores trabajando en condiciones extremas para que tú te diviertas viendo después esos partidos en donde la cadena de sufrimientos ha corrido así como la sobra de la muerte por sus campos de hectáreas.

Sí, bajo los cimientos de estos campos de fútbol hay seres muertos que los ha matado un sistema económico perverso.

Así que desde estas letras se invita a la reflexión sobre qué compartimos, qué vemos, qué apoyamos, y qué es lo que "nos gusta".

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