PÍO VADILLO PARÍS - Guadarrama
El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
La semana pasada este periódico publicó una foto mía de la curva del kilómetro 47 de la N-VI, a la entrada de Guadarrama, en la que acaban de colocarse dos aterradores desvíos de entrada y salida a un restaurante. Celebro que la foto haya servido, al menos, para despertar el coraje que a todos ha faltado a la hora de evitar que se erigiera semejante patíbulo sobre el asfalto.
Disfraza la verdad el Partido Popular (titularidades hosteleras al margen) cuando dice que los nuevos desvíos han mejorado la seguridad de un acceso preexistente. En primer lugar son ahora dos los desvíos que jalonan acechantes, en apenas 20 metros, una curva en la que ha habido ya muertos. Además, el acceso tradicional al restaurante discurría por otra parte y sólo de unos meses acá se abrió, en el muro que delimita la vía, la ratonera que ahora se pretende haber adecentado.
Sonroja por otro lado el oportunismo vociferante de los socialistas locales, conmilitones de los responsables del Ministerio de Fomento que es, como titular de la carretera, el responsable de la fechoría.
Urgen que quienes pueden acaben con este punto negro que la Dirección General de Tráfico, por cierto, no considera tal. Dejen de amedrentar a los automovilistas con ese trazado infame y de comportarse como la terrorífica chica de la curva.