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Las dos mujeres más importantes de las finanzas españolas enfrentadas

Lunes 21 de febrero de 2022

De poder a poder, las dos mujeres más importantes dentro de la economía y las finanzas españolas quieren que una persona de su confianza sea el sucesor o sucesora de José María Roldan al frente de la Asociación Española de Banca, un poderoso instrumento negociado con el Banco Central Europeo, las Instituciones Comunitarias y con el Gobierno español y los Sindicatos.



Ana Botín quiere más poder y, al mismo tiempo, seguir “colocando” a las personas que le recuerdan la época de su padre al frente del líder de la banca española. A uno más que a otra le debe los primeros y más importantes movimientos de su llegada a la presidencia.

Desde que la AEB se fundara en 1977, sus presidentes siempre han salido del banco de España, al margen del color político del Gobierno de turno. Termes, que se mantuvo durante tres mandatos tanto con Adolfo Suárez como con Calvo Sotelo y Felipe González, dejó su puesto a José Luis Leal, que siendo de la UCD contó con el beneplácito de González y Carlos Solchaga para estar al frente de la patronal bancaria entre 1990 y 2006. Se pasó de un miembro del Opus Dei muy relacionado con el Banco Populoar de Luis Valls a un liberal más cercano al banco Santander de Emilio Botín.

Los grandes de la banca siempre han negociado con el gobierno el puesto de presidente de la AEB. Se explica así el nombramiento de Miguel Martín, que era el subgobernador con Luis Ángel Rojo, que estaría ocho años como negociador de los grandes acuerdos bancarios en una época de fusiones e intervenciones, con la del Banesto de Mario Conde en primer lugar, hasta llegar a José María Roldán, que año igual que sus antecesores pasó por el servicio de Estudios del Banco de España, una característica que se ha mantenido en el cargo del Gobernador de la entidad con Pablo Hernández de Cos.

Los pactos han cambiado y las ambiciones, también. Las quinielas bancarias se inclinan por Margarita Delgado, la número dos del BdeE, que fue la elegida por el primer gobierno de Pedro Sánchez para equlibrar la última decisión que tomó el equipo de Mariano Rajoy y Cristóbal Montoro. Con ella se mantendría la historia, pero los tiempos han cambiado y, desde la presidencia del Santander, se ha lanzado una “doble candidatura”: por un lado la de Belén Romana y, por otro, la de Manuel Cendoya, ambos de la confianza de Ana Botín, por motivos muy distintos.

Se oponen a esa jugada tanto Carlos Torres, desde la presidencia del BBVA, e Ignacio Goirigolzarri e Isidre Fainé desde el Grupo Caixabank. Unos y otros ya han buscado la complicidad y apoyo del Banco Central Europeo, en las personas de Christine Lagarde y Luis de Guindos, e incluso de la responsable del Fondo Monetario Internacional, Kristalina Georgieva. Desde la AEB se llega a todas esas instituciones como representantes del sector bancario español. Y existe un árbitro vigilante de todos los movimientos, la vicepresidenta económica, Nadia Calviño, que será la que pueda desequilibrar la balanza en uno u otro sentido. Hoy por hoy, la número dos del gobierno de Pedro Sánchez no está por favorecer las ambiciones del Santander y se inclina por la solución “técnica” de Margarita Delgado. En poco más de un mes tendremos la respuesta.