Carlos González | Lunes 15 de noviembre de 2021
Cuando comenzamos a analizar este conflicto, y planteamos las lecciones que en la práctica pretendíamos aprender, surgió claramente una segunda pregunta: ¿Es un fracaso de Occidente? ¿Es el culpable directo, el único, o el más destacado?
Es obvio que primero debemos aclarar conceptos, ¿Qué es fracaso? ¿Las victorias en batallas son triunfos y las derrotas fracasos? ¿El negarse a usar la fuerza bruta caiga quien caiga, y por eso aparentemente no dominar un territorio, se considera derrota, o victoria cultural y moral? ¿También debemos contabilizar como victorias, las Pírricas? Son tantas las preguntas y los posibles análisis que debemos conformarnos con muy pocos enfoques del problema.
Supongo que a nadie le cabrá la más mínima duda de que tanto ahora, como en Corea en 1.953, o en Vietnam en 1975, si Occidente no quiso ganar fue porque ello implicaría unas matanzas y unas destrucciones de ciudades, naciones y culturas, que la opinión pública Occidental no estaba dispuesta, bajo ningún supuesto, a permitir. Porque fuerza militar había más que suficiente. Si se derrotó a la Alemania nazi y los mejores oficiales de la escuela Prusiana, ¿Cómo no se iba a derrotar a esos incipientes ejércitos de desarrapados? Lo que sí hemos visto es que los Talibán, y otros que dicen estar en su contra, pero que piensan y actúan como ellos, son capaces de poner una bomba entre su propia gente, matar a cientos y quedarse tan panchos. ¿Qué harían si pudiesen poner esas bombas en Occidente, no se reirían si consiguiesen matar a miles? ¿Y la opinión pública Occidental? Sobre todo, los que ahora dicen que Occidente ha perdido y ha fracasado, ¿Cómo pondrían a EEUU y al resto de naciones occidentales si cometiesen el 10% de esas impunes atrocidades?
Radicalmente, Occidente no ha fracasado, ni siquiera ha perdido. Y no lo ha hecho porque ha demostrado a todo el planeta, que no se puede luchar como lo hacen los demás: Como lo hizo la URSS en 1.956 en Hungría, o en 1.968 En Checoeslovaquia. Y menos aún como lo hizo China en 1.989 en Tiananmén, o ahora en Hong Kong. Entrar a sangre y fuego y enterrar a escondidas de noche a los muertos. Militarmente a Occidente, como ya se demostró en 2.001, Afganistán le duraría una semana. El problema es ¿A qué precio? ¿Merece la pena? -Claramente, No. Y en eso es en lo que ha triunfado moralmente Occidente. Y también intelectualmente. Son lecciones que se imparten a todo el globo terráqueo. La era de la fuerza bruta, sin razones de fondo de legítima defensa, ya se ha acabado.
Cambiemos la cámara para realizar el enfoque desde la otra parte, ¿Y los Talibán, han ganado y triunfado? ¿Cuál es su triunfo? -¿El permitirse ir pueblo por pueblo y sacar a sus enemigos a la plaza pública y descerrajarles tres tiros? ¿El dormir con sus mujeres con el fusil cargado y si alguna protesta pegarle allí mismo un tiro en la cabeza? ¿Esa es su victoria?
Porque ahora deben poner en práctica sus ideas. Y con criterios de hace 1.400 años, como predican, han de organizar la logística de sus ciudades, principalmente la capital. Y con caravanas de camellos y carros, trasportar alimentos para esos millones de ciudadanos. ¿Ah, que no, que lo harán con camiones?, ya, ¿y como van a construir, o simplemente reparar, esos camiones, con criterios de fusil en mano? ¿Si no crean escuelas, universidades, organizaciones empresariales y sindicales, maestros torneros y reparadores de teléfonos móviles -que a todos se les ve con uno de última generación en la mano- cómo van a conseguir eso? ¿Lo harán con criterios del sagrado Islam?
¿Y cómo van a organizar a la sociedad civil? De donde sacarán los ingenieros, abogados, médicos, profesores de universidad. ¿Quién construirá sus carreteras y aeropuertos, y quien pilotará sus helicópteros y aviones? ¿O los destruirán todos y volverán a caballos, camellos y burros? Alguien me puede explicar ¿Cómo se puede construir una sociedad, no ya, del siglo XXI, sino del XX, con criterios radicales del 700 d.C.?
Ahora viene lo bueno, ¿Qué Occidente ha fracasado? Pues ahora vamos a ver cómo triunfa Oriente. Analizaremos sin prisa, pero sin pausa, cómo Oriente: China, Rusia, y el propio Afganistán, y sus vecinos y aliados, organizan el futuro de la sociedad afgana. Cómo alimentan a sus poblaciones, cómo las forman mínimamente, y observaremos el desarrollo de sus ciudades, infraestructuras y producciones industriales y culturales.
Lo que ha hecho Occidente, lo cual le concede un gran triunfo -para quien quiera verlo- es decir sencillamente: Así, No. No estamos dispuestos, tal como hicimos con los indios en América, o con las tribus de África, a aplicar sencillamente el garrote. Y vivir con esa fuerza y presión y férrea represión, -pensemos en la labor de Bélgica en el Congo- durante doscientos años, y que se vayan culturizando. No. Si queréis culturizaros y pertenecer a la ONU, adelante. Estamos dispuestos a ayudaros cueste lo que cueste. Y si queréis permanecer así, el tiempo que queráis -no nos engañemos- viviendo como hace tres siglos, pues ese es vuestro problema. Pero claramente también se les dice: “Bajo ningún concepto intentéis traer vuestra barbarie a nuestro mundo mucho más civilizado que el vuestro”, porque en ese caso sí tendremos toda la fuerza moral e intelectual, y no repararemos en gastos para haceros saber el viejo dicho de nuestro profeta 700 años anterior al vuestro: “El que a hierro mata…”.
Es a partir de ahora, con los hechos -“Que estos son los amores y no las buenas razones”- con lo que se demostrará, sin lugar a duda alguna, quien ganó este conflicto, si el prudente y culto Occidente, o esa panda de… (Que cada uno ponga lo que quiera).
TEMAS RELACIONADOS: