Opinión

El estado del estado (120): La verdad (XXXXV)

Carlos González | Viernes 10 de septiembre de 2021
Podemos afirmar que uno de los mayores problemas intelectuales de la Humanidad, en la actualidad, es determinar de forma científica, técnica, si hay una verdad objetiva por encima de cualquier consideración, o no nos queda más remedio que aceptar que todo son apreciaciones u opiniones subjetivas, relativas y circunstanciales.

Hasta la fecha, lo último que ha quedado expuesto en la filosofía Occidental –con mucho la más desarrollada- tanto en los estructuralistas, con Wittgenstein a la cabeza, como con los existencialistas, con Camus y Sartrecomo máximos representantes, es una de sus afirmaciones estrella: “No hay hechos sino apreciaciones”. Luego todo parece condenado a la subjetividad.

O por el contrario, ¿Existe una “verdad” superior a nosotros, objetiva, a la que nosotros no podemos abstraernos, y que nos dominará pensemos lo que pensemos, y esta triunfará siempre. Tal como los antiguos creyentes defendían, o aun defienden los que siguen un credo religioso o ideológico dogmático?

Yony nos plantea a nosotros esta pregunta: ¿Existe una verdad “per se”, o todo es subjetivo, relativo y circunstancial?

Y nos recuerda: Esta gran pregunta se ha producido en todas las culturas y en determinados momentos históricos. El más parecido a este fue el de los Sofistas Helenos, que llegaron a afirmar sin rubor que podían defender una tesis y la contraria disponiendo de argumentos para triunfar en ambas posturas. Ya sabemos que vino Sócrates y después Platón y Aristóteles a combatirlos. Los que mejor lo hicieron fueron todos los pensadores incluso anteriores, como Tales, Anaximandro, Pitágoras, Euclides, que nos enseñaron que hay unas verdades por encima de cualquier defensa subjetiva. Después Descartes y Newton nos demostraron otras muchas cosas. “Si alguien cree que es subjetivo o relativo, que se arroje desde lo alto de un edificio de más de cien metros hacia la acera, sin aparataje alguno, y que diga que se va a levantar como si nada”. La ley de la gravedad está ahí piense cada uno lo que quiera, y hoy, por fortuna, fuera de las múltiples opiniones, ya sabemos a qué hora se ocultará el sol, en un lugar geográfico, y a qué hora se levantará mañana.

Claro está que para las verdades de la Vida, para la Mística, y la Metafísica, parecía que hasta ahora, en un mundo religioso todo era “Verdad Objetiva” y se condenaba a una muerte atroz al que osaba contradecirla, y, tras los movimientos filosóficos más avanzados de Occidente, todo podía ser relativo. Ya hemos aprendido anteriormente que para contestar a cuál es la verdad o la mentira, lo mejor o lo peor, es imprescindible que le unamos: “El objetivo perseguido”.

Por eso, si el objetivo perseguido en sobrevivir en las mejores condiciones posibles, ya sabemos que la verdad es la paz y la convivencia con la máxima cooperación, y la mentira, lo peor, es la guerra y la violencia. Con violencia podremos defendernos, pero nunca construiremos nada con nuestros vecinos.

Si el objetivo es hacer del planeta Tierra, lugar en el que hemos nacido, sin que nosotros lo eligiéramos, un jardín donde disfrutar de las flores, o un huerto del que alimentarnos con sus frutos, el bien es cuidarlo y regarlo adecuadamente y la malo es llenarlo de basura y contaminación. Luego el bien y el mal no es algo subjetivo, relativo ni circunstancial. La verdad es saber, según las leyes de la botánica -que nos vienen dadas y son superiores a nosotros- cual es la temperatura a la que sobreviven unas flores o árboles, su nivel de regadío, su mejor poda, y así un sin fin de mayores conocimientos que nos lleven a cuidar mejor esas plantas y obtener el mejor rendimiento en frutos.

Ahora, de lo que llevamos hablando decenas de páginas, es que si lo que queremos es una mejor convivencia de un Grupo social organizado (GSO), contestaremos que sí que existe una verdad y unos mejores conocimientos técnicos y científicos para conseguirlo. Y ese bien y mal ya no es subjetivo, relativo, ni circunstancial.

Por supuesto que a la pregunta inicial contestamos con rotundidad: Existe una Verdad Objetiva, unas verdades, por encima de nosotros. Porque ya eran antes de que nosotros naciésemos. Nosotros somos una creación de ellas y por más que corramos o saltemos no podremos sustraernos a ellas. Porque no solo las piernas para hacerlo sino el deseo de hacerlo, también fue creado por la Madre Naturaleza que nos ha construido con esos deseos.

Existen las verdades de la madre naturaleza que nos ha formado, nosotros somos un producto de ella y si aprendemos y seguimos sus verdades sobreviviremos, si es eso lo que queremos- y si no las seguimos, pereceremos.

Yony deja claro que existe una verdad por encima de nosotros queramos verla o no, que es la verdad de la estructura de la vida en la que hemos nacido y de la que no podremos sustraernos nunca, porque, incluso el ánimo de sustracción, también fue creado por ella.

Lo que debemos hacer es luchar cada día para conocerla mejor si queremos sobrevivir y alcanzar el futuro.

No me cabe duda alguna que con perseverancia y esfuerzo lo conseguiremos entre todos… Y para todos.

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