La marihuana goza cada vez mayor de aceptación social y su consumo es mucho más habitual de lo que gran parte de la población se imagina. En España, está permitido plantar marihuana siempre y cuando sean cantidades destinadas al autoconsumo y dichas plantas estén ocultas a los ojos del resto de ciudadanos.
Las semillas marihuana, al no contener THC, pueden comercializarse en suelo español de manera absolutamente legal. Veamos los principales tipos de semillas de esta planta que existen.
Las semillas regulares no son aptas para el cultivo porque tienen un elevado número de posibilidades de florecer como plantas macho —algo que no se puede saber hasta el periodo de prefloración—, y una sola planta macho es capaz de arruinar todo un cultivo.
Sin embargo, las semillas regulares son ideales para ser clonadas y para mezclar unos tipos con otros, creando así diferentes tipos de semillas de marihuana.
En el caso de las semillas feminizadas, hablamos de semillas que han sido tratadas y preparadas para que las plantas florezcan siendo hembras, de forma que se pueda tener una buena producción.
Son las semillas más utilizadas en la actualidad para el cultivo, ya que producen marihuana de gran calidad; no obstante, exigen una mayor cantidad de cuidados y conocimiento.
Las puedes encontrar fácilmente en cualquier banco de semillas como, por ejemplo, Royalqueenseeds.
Llegados a este punto, es importante hacer un inciso sobre los cultivos de exterior, los de interior y los fotoperiodos.
En exterior, la época ideal de siembra comienza en abril y en los meses posteriores y la cosecha se recoge en torno al mes de septiembre, aunque la recogida exacta dependerá, más que del tipo de semilla, de la variedad de marihuana que hayas sembrado, siendo las sativas las que más tardan en florecer. Es importante que sepas que son las propias plantas las que van a determinar, dependiendo de la cantidad de luz que reciben, cuándo es el momento idóneo para hacerlo.
En los cultivos de interior es el cultivador quien controla el crecimiento y la época de floración. En una primera etapa serán necesarios ciclos de 18 horas de luz y 6 de oscuridad, y en el momento en el que se desee que la planta empiece a florecer será necesario invertir ciclos de 12 horas de luz y otras tantas de oscuridad.
Las autoflorecientes son semillas que no necesitan variar el fotoperiodo para florecer. El ansiado momento de la producción llega de manera automática cuando la planta alcanza unos días de vida determinados, por lo que obtener una producción es mucho más sencillo —y también más rápido— que con las semillas feminizadas.
Se recomienda sembrarlas en cultivos de exterior entre marzo y septiembre con fotoperiodos de 20/4 horas, aunque se pueden aplicar menos horas de luz.
El cannabis sativa es originario de Centroamérica y África, lugares con altas temperaturas y en los que abundan las horas de sol. Son plantas más altas y una variedad más indicada para cultivos exteriores.
Junto con la sativa, es la gran variedad de cannabis. Típica de Pakistán, Afganistán y la India —de ahí viene el nombre de cannabis índica— es un tipo de cannabis resistente y con un periodo de floración más corto que el de las sativas.
Su tipo de cultivo es bastante versátil, funcionando mejor que las sativas en cultivos interiores.
Esta variedad de la marihuana fue descubierta en Rusia, donde las temperaturas son mucho más frías y el clima más extremo, por lo que el cannabis ruderalis, por su necesidad de adaptarse a las circunstancias, tiene un periodo de floración mucho más corto que el del cannabis sativa o el índica y apenas requiere atenciones.