En relación con la noticia publicada por nuestro periódico bajo el título “Eficiente gestión”, con interesantes asuntos para debatir, entre ellos el de las obras de acondicionamiento de la Plaza de Los Belgas de Collado Villalba, trabajos que actualmente continúan paralizados para desgracia económica de decenas y decenas de comerciantes de esa zona (así llevan un mes y lo que ‘te rondaré, morena’). De momento media docena de estos comerciantes, dice Lobo Cojo, ya han echado el cierre sin que el Ayuntamiento, ni la empresa adjudicataria de las obras, se hayan dignado a pedirles disculpas o a darles explicaciones por lo que está ocurriendo, sobre todo la Alcaldesa, Mariola Vagas, que se pasó una temporada ‘vendiendo la burra’ sobre las maravillas de un proyecto ‘apadrinado’ por el Colegio de Arquitectos de Madrid y que en poco más de un par de meses ha quebrado; y ha quebrado, al parecer, por las diferencias surgidas entre la empresa adjudicataria y el Ayuntamiento, algo este último achaca a supuestas discrepancias (eso no se lo cree nadie, señora Alcaldesa), por el tamaño de las baldosas del solado de la plaza o por el color de los bordillos de las aceras. Algo más tiene que haber, para que una obra adjudicada en más de un millón de euros, esté paralizada, con un par de peones ‘paseando por la plaza con una carretilla’ para, suponemos, intentar convencernos de que la obra continúa activa mientras la Alcaldesa se ‘muerde las uñas’ viendo cómo pasan los días sin dar ‘un palo al agua’. Y lo peor es para esas decenas de comerciantes que tienen sus negocios en el entorno de la Plaza de Los Belgas y ven impotentes como pasan los días y sus negocios incrementan las pérdidas en vísperas de la Navidad, lo que ha obligado a media docena de ellos a echar el cierre. Y todo esto sucede mientras la adjudicataria de la obra y el Ayuntamiento siguen sin poner fin a sus presuntas discrepancias. Algo tendrán que hacer, pues con el asfalto reventado, las aceras en mal estado y algunos accesos cerrados, los vecinos de Los Belgas no van a tener precisamente unas alegres navidades. Y mientras pasa todo esto ¿qué hace el Ayuntamiento? Lo de siempre en estos casos, nada, o lo que es lo mismo: mirar para otro lado, como lo hacen con los ruidos de las fiestas, con los baches de las calles, con las pintadas en fachadas, indicadores, señales de tráfico…
Claro que lo de nada, es un decir, concluye Lobo Cojo, porque pase lo pase, seguro que la señora Alcaldesa y ‘sus’ fieles ediles, si se van a poder comprar el turrón, el pavo navideño, el champán y algunas delicatessen, gracias a sus generosos sueldos (extra incluida) que pagamos los villalbinos vía impuestos. Y a los demás, pues eso, que les den…