La Sierra madrileña fue frente de batalla en la Guerra Civil española desde finales de 1936, hasta fin de la contienda en 1939. En Los Molinos el frente se estabilizó muy pronto, permaneció activo y esperando entrar en combate prácticamente los tres años, lo que motivó la construcción de más de 150 construcciones militares y refugios diseminados, principalmente en dos líneas defensivas. Los trabajos de fortificación se redoblaron en 1938 por ambos bandos, lo cual ha tenido como resultado la buena conservación hasta nuestros días de diversos elementos. Estas casamatas casi no tuvieron actividad militar y se encuentran junto al núcleo urbano a diferencia de la línea que coincide con el Cordal de la Sierra, en peor estado de conservación.
La Comunidad de Madrid a través del Plan de Fortificaciones de la Guerra Civil, ha ido excavando, documentando y poniendo en valor los principales vestigios de esa época convulsa. Como resultado, ahora disfrutamos de un entorno incomparable, de la posibilidad de vivir un fragmento de nuestra historia, cerca del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama y justo debajo del Pico de la Peñota.
El Ayuntamiento de Los Molinos a través de la Concejalía de Turismo, está tratando de poner en valor el valioso patrimonio que ostenta de la guerra civil, mediante la realización de rutas por los vestigios, visitas teatralizadas e incluso, recreaciones que nos invitan a todos a recorrer senderos de nuestra historia.