Desde el movimiento vecinal Foro de la Sierra, venimos impulsando, desde hace catorce años, movilizaciones contra las exaltaciones del franquismo en el monumento fascista del Valle de Cuelgamuros, cuando estos temas eran soslayados o tratados de actividades extremistas por partidos, medios de comunicación y personalidades.
Primero fueron algunas pintadas, pancartas y alguna acción cuando grupos fascistas caminaban desde Madrid al Valle de Cuelgamuros, con indumentaria paramilitar, banderas franquistas y neonazis, viniendo por la autopista A-6, por un carril que se les reservaba y protegidos por fuerzas policiales.
Ahora hemos visto con satisfacción la salida de los restos del dictador, por lo simbólico que tiene y porque eso nos va a permitir seguir planteando la reconversión de ese patrimonio odioso, esa construcción de arquitectura fúnebre y nazi-fascista, en un Memorial para quienes lucharon contra la dictadura arrebatándoles su significado.
Pero no podemos dejar de señalar, que quienes pretendan ahora aparecer como los restauradores de la normalidad democrática, ante la aberración que significaba que un genocida fuera custodiado y enaltecido en un monumento del Estado y, quienes pretenden arrogarse una supuesta audacia, pretendan que olvidemos su actitud complaciente, cobarde, obstruccionista y regresiva frente a quienes llevamos muchos años concentrándonos frente a ese monumento. Nos referimos al PSOE, fundamentalmente, y explicamos esas actitudes en ese dossier en el que recogemos las trece concentraciones que hemos hecho y las circunstancias que las rodearon.