La preocupación cundió en el banquillo villalbino con el golpe que causó el desmayo de Ángel
JAIME FRESNO | Miércoles 22 de octubre de 2014
Corría el minuto 13 cuando la cabeza de Ángel chocó con una rodilla rival, en un encontronazo en la banda derecha. Al delantero villalbino se lo llevaron al banquillo y lo envolvieron en una manta, visiblemente aturdido. Tras un par de minutos, se restableció y volvió al campo. En él pudo ser decisivo si Gutiérrez Borbajada, un mal árbitro, anticasero primero y luego un lamentable defensor de la ley de la compensación, hubiese decretado penalti cuando Raúl Montero lo derribó en el área en el minuto 18 de la segunda parte, cuando se iba como una flecha hacia la meta de Jabardo. Que fuera falta, admitió dudas, pero no que Ángel simulase la caída. Como ya tenía una amarilla, la ocurrencia del trencilla se cobró la roja. Ángel enfiló el vestuario, se duchó y, ya con la ropa de calle, viendo el partido con Antonio Vilches, el director deportivo, se mareó y cayó seminconsciente en la puerta del vestuario. Cundió la alarma y rápidamente se llamó a una ambulancia que tardó cerca de media hora en llegar, en medio del nerviosismo general.
Sin ambulancia
El médico del Rayo Majadahonda atendió al jugador en la caseta e informó en ese momento de que Ángel tenía la tensión y el pulso en niveles normales, pero que era preciso su traslado a un hospital para practicarle un reconocimiento más exhaustivo. Llegaron dos ambulancias, una de Cruz Roja y otra del Summa, que trasladaron al jugador al Hospital de Puerta de Hierro. Allí se le practicó un TAC y un oftalmólogo confirmó una pérdida de visión en el ojo izquierdo. Al cierre de esta edición, Ángel estaba ingresado por precaución en el centro sanitario.
En la tarde del martes, el presidente del CUC Villalba denunció la falta de una ambulancia en el partido: “Todas las semanas, tres días antes del partido, la solicitamos por carta al Ayuntamiento, pero sólo ha estado el día del Madrid C, que hubo dos, y el del Aranjuez. Se lo dije al alcalde personalmente, pero seguimos igual”. Un jugador apuntó que “en ningún pueblo, Guadarrama, Galapagar o Moralzarzal, pasa lo que pasa aquí. Un día va a pasar algo grave y luego a lamentarse”. Para colmo, el diseño del nuevo vestuario no permitió que los médicos del Summa sacasen a Ángel del vestuario por no tener espacio para introducir la camilla, después de que se procediese con la inmovilización del futbolista.
El Villalba mejoró
En lo deportivo, el CUC Villalba lavó la mala imagen de Leganés con un partido serio que dejó al Rayo Majadahonda casi inédito en ataque. La mencionada jugada de Ángel y una presunta mano en el área de Raúl Montero a cinco minutos del final pudieron darle una victoria para la que hizo méritos en la segunda mitad, cuando entraron más en juego las bandas con Toñín y José Manuel. El viento racheado condicionó el juego, embarullado en muchas fases. A ello contribuyó un árbitro que mostró once tarjetas.