Opinión

Los aullidos de Lobo Cojo

El Faro | Lunes 01 de julio de 2019

Lo que no puede ser, no puede ser y además, es imposible. El dicho es viejo, pero viene como anillo al dedo para el tema que nos ocupa esta semana y que, ¡faltaría más!, está protagonizado por nuestra insigne ‘alcaldesa-doctora’, María Dolores (Mariola) Vargas, que en una de sus más sonadas ‘intervenciones’ públicas, concretamente en la famosa entrevista que mantuvo hace varios años en la calle Génova 13, sede del PP en Madrid, con los ‘lumbreras’ elegidos ‘dedocráticamente’ por la por entonces presidenta regional, Esperanza Aguirre, para ver si la ‘doctora’ superaba la prueba, ‘vía dedo’, para acceder a la alcaldía villalbina por entonces vacante tras la dimisión de su excompañero de partido, Agustín Juárez.

A las preguntas absurdas que le hicieron, la por entonces aspirante a presidir este Consistorio las contestó con frases fuera de contexto, muy nerviosas y hasta con tintes racistas como, por ejemplo: “¡trabajan como negros!” o con calificativos aún más insultantes “¡perros judíos!”, por los que posteriormente tuvo que pedir disculpas, cuando el daño ya estaba hecho, algo muy habitual en esta señora, dice Lobo Cojo.

Aún así, la alcaldesa sigue haciendo de las suyas y, curiosamente, la semana pasada volvió a perder los ‘papeles’ cuándo al referirse a la celebración del Día del Orgullo (LGTBI) gay en Collado Villalba, y después de no querer saber nada sobre esta celebración en la capital de la Sierra durante casi una década, intentó justificar la colocación de la enseña arcoíris en una ventana de la casa consistorial, afirmando sin rubor: “Siempre había pensado que la bandera de España, que está colgada permanentemente en el edificio del Ayuntamiento, defendía los derechos de todos los ciudadanos/as, pero en estos momentos, estamos viviendo una época de discursos homófonos por parte de algún partido del arco parlamentario (si hubiera dicho VOX, hubiera terminado antes), con mensajes de involución y de retroceso a otros siglos, de épocas que han pasado y de las que yo no quiero ser participe, etc.etc…” ¡Coño!, con perdón, dice Lobo Cojo, ¿cómo se atreve doña Mariola a decir esto, cuando es público y notorio que se pasó horas y horas tras las elecciones locales del 30M, negociando con los representantes de la formación de VOX, para que se incorporaran a un gobierno de coalición junto a PP y Ciudadanos y así poder gobernar con 11 concejalías, para dar posteriormente otro salto, previo acuerdo con ‘Más Collado Villalba’ (dos concejalías), lo que les permitiría gobernar con esa mayoría absoluta que Vargas, no sólo ha sido incapaz de alcanzar por sí misma, sino todo lo contrario. Recuerden que accedió al cargo con 9 actas de concejal y, de una tacada, en esta su segunda cita con las urnas, se ha quedado con sólo seis actas de concejal, tras perder centenares de votos y otros 3 ediles, eso sí, pero todos bien remunerados para que ‘su gente’ esté contenta, con salarios que van de los 50.000 euros anuales de los miembros de la Junta de Gobierno, a los 45.000 de los llamados ‘cargos de confianza’ o los 30.000 euros de los ediles llamados de “dedicación exclusiva”. Pero la ‘guinda’ a este pastel retributivo lo pone la Señora Alcaldesa: 60.000 euros anuales, convirtiéndose con ello en una de las mejor pagadas de la Comunidad de Madrid, superando incluso a algunos presidentes de comunidades autónomas y ocupando el puesto decimoprimero del ranking de Alcaldes de nuestra región, tras el regidor de Las Rozas, municipio cuyo presupuesto anual triplica al del consistorio villalbino, cuya deuda ronda los 100 millones de euros. Pero ‘con pólvora del Rey’, esta señora es capaz de hacer hasta milagros”.