El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
El secretario general del Partido Socialista de Madrid, Rafael Simancas, señaló el martes que no repetiría como candidato en los comicios de 2011. No hacía falta que lo dijera. Sus pobres resultados el 27-M ya lo habían confirmado. Sin embargo, lo más relevante de sus declaraciones es que aseguró que seguiría como líder del PSM al menos hasta el Congreso Regional de la organización, que se celebrará tras las elecciones generales del próximo año. Sin embargo, ya han surgido voces de sectores críticos, entre ellos Izquierda Socialista, además de conocidos militantes como Joaquín Leguina o el todavía alcalde de Alcobendas, Manuel Caballero, que piden la inmediata dimisión de Simancas y de sus compañeros en la cúpula del partido, como Ruth Porta o Andrés Rojo.
Pero hay que decir también que el descalabro del PSOE no puede analizarse únicamente en términos generales. Municipio por municipio las conclusiones son igualmente devastadoras. Incluso en excepciones como Collado Villalba ha habido un descenso, acentuado en los resultados de las regionales. Sin salir de la Sierra (aunque no está de más ver lo que ha pasado en Móstoles, Algete, San Sebastián de los Reyes, Boadilla del Monte o Torrejón de Ardoz), los ejemplos de la debacle socialista son numerosos.
Ni siquiera en localidades donde el urbanismo centraba la polémica y había más viento de cara han conseguido una mejor nota: en Galapagar pierden un concejal, aunque cuentan con opciones de formar gobierno en un complicado pacto a cuatro, y en Torrelodones tienen que conformarse con ser la tercera fuerza política. Hay retroceso también en Moralzarzal, Alpedrete, Hoyo de Manzanares, El Escorial, Guadarrama y Valdemorillo, entre otros pueblos. En los dos últimos, además, tras crisis internas en las que la dirección del PSM ha intervenido con poca fortuna. Caso tras caso, y decisión tras decisión, parece que esperar hasta 2008 es dejar pasar demasiado tiempo.