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La Cirugía guiada por modelos individualizados en ‘3D’ llega al Hospital General de Villalba

El Faro | Miércoles 26 de junio de 2019

“Desde que me he operado me encuentro fenomenal, no tengo dolor y estoy feliz.”. Con estas palabras Ángel C. de 71 años, hace balance del último año y medio que empezó con una neumonía en la que le detectaron un cáncer de colon primario, continuó con múltiples metástasis de este y siguió con nada menos que 29 sesiones de quimioterapia tras las cuales, como única y última opción, se sometió a una innovadora intervención quirúrgica en el Hospital General de Villalba, que finalmente le ha permitido curarse.

“Estoy como si no me hubiera operado, casi mejor que antes en cuanto a la función del hígado se refiere; ¡y sigo mejorando!, asegura contento, tranquilo y optimista. Un diagnóstico actual, muy favorable, y casi inimaginable a principios de año, cuando se le administró la última sesión de tratamiento quimioterápico, que ha sido posible gracias a un programa de modelización tridimensional individual para la realización de cirugías hepáticas complejas que permite la planificación detallada y personalizada de la intervención para optimizar resultados.

Concretamente, la técnica incorporada a la sección de cirugía hepatobiliopancreática del Servicio de Cirugía General y Digestiva del hospital se basa en las pruebas de imagen realizadas al paciente para el diagnóstico de su patología y realizar una reconstrucción física tridimensional del órgano y de los tumores que van a ser intervenidos, localizando las lesiones en los lugares exactos y reproduciendo al detalle la anatomía y vascularizaciones concretas de cada caso.

Esto permite clarificar al milímetro y de forma individualizada la estrategia quirúrgica a realzar, sirve de guía durante la operación y facilita la extirpación de las lesiones pequeñas con localización compleja, aumentando la precisión, seguridad y eficacia de la intervención y, en este caso, pudiendo conservar la mayor parte del hígado sano, lo que, sin esta técnica, habría sido imposible; en otras palabras, posibilita que la cirugía obtenga un resultado óptimo sin comprometer el funcionamiento futuro del hígado.

Año y medio de tratamiento con un final impensable

Ángel a principio de 2018 tenía una enfermedad muy extendida en el hígado, con múltiples lesiones, algunas de las cuales afectaban estructuras vasculares de vital importancia, inicialmente inabordable quirúrgicamente. Una situación preocupante para la que hace años la única finalidad del tratamiento quimioterápico había sido paliativa pero que, gracias a los avances de la oncología y la cirugía y a la colaboración de ambas especialidades, logró una reducción considerable de las lesiones, relata el Dr. Tihomir Georgiev Hristov, médico adjunto del Servicio de Cirugía General y Digestiva del hospital que participó en la operación.

Sin embargo, continúa el especialista, pese a la favorable respuesta a la pauta quimioterápica, la cirugía posterior seguía sin arrojar ninguna garantía de éxito, ya que “los ocho módulos restantes se localizaban en zonas muy centrales del hígado, englobando venas que aseguraban su drenaje y muy próximas a otras igualmente vitales y el tratamiento adecuado hubiera dejado muy limitada la reserva funcional de este órgano, por lo que no se podía plantear una intervención que supusiera una resección amplía”

En estos casos la quimioterapia reduce lesiones facilitando el abordaje y resultado quirúrgico, pero perjudica el funcionamiento del hígado en un futuro obligándonos a buscar un equilibrio para poder extirpar toda la enfermedad posible al paciente sin comprometer su seguridad y manteniendo la mayor reserva hepática posible, lo que se facilita con estas técnicas novedosas”, apunta por su parte el Doctor Santiago González Ayora médico adjunto del mismo servicio quien también intervino en la operación.

Fue aquí donde la “planificación preoperatoria se evidenció como la clave de este abordaje”, recuerda el Doctor Giorgiev Hristov ya que “la única opción era abordar cada lesión por separado preservando el máximo volumen hepático funcional lo que requirió un estudio muy detallado de la estructura anatómica del hígado sólo factible mediante programas que puedan hacer reconstrucciones en tres dimensiones, e incluso la solución ideal de este caso: un modelo físico de impresión en ‘3D’ y en tamaño real que reprodujo al detalle todas las estructuras anatómicas del hígado y las lesiones localizadas en el sitio exacto”

“Gracias a esta planificación entramos en quirófano con una idea muy clara de lo que queríamos hacer: una cirugía muy compleja pero en la que, gracias a esta planificación previa, el paciente ha podido preservar el volumen máximo posible del hígado y al mismo tiempo se ha podido extirpar toda la enfermedad”, concluyó el Dr. Giorgiev Hristov.