Muchos son los villalbinos que no acaban de entender lo que le ha pasado al gobierno presidido por Mariola Vargas (PP), para cerrar con FCC, deprisa y corriendo y después de varias prórrogas habidas durante la presente legislatura, el nuevo contrato de limpieza viaria y recogida de basuras de este municipio. Como consecuencia de esta urgencia y tras una legislatura en la que los vecinos de Collado Villalba han sido víctimas propiciatorias, en este y en otros casos, de una evidente dejación de funciones por parte de los responsables del Ejecutivo popular, incapaces como se ha visto de cerrar un acuerdo con la empresa concesionaria del mismo, provocando con ello la condena a sus ciudadanos a soportar a diario, entre otros males, la suciedad y los malos olores de sus calles, todo ello debido a una evidente falta de limpieza pública que tenía y sigue teniendo origen en unos contenedores sucios y viejos y por los vertederos ‘incontrolados’ que proliferan en este término municipal. Y todo esto tenía lugar en la denominada ‘Capital de la Sierra’ pese al pago, suponemos, por parte de la tesorería municipal a la concesionaria FCC de las mensualidades de un contrato que se ha ido prorrogando año tras año, lo que obviamente ha ido en perjuicio de los intereses de los propios vecinos que han pagado religiosamente sus impuestos, sin recibir a cambio la contraprestación correspondiente por dicho servicio.
Y tras estas incomprensibles prórrogas entre Ayuntamiento y la empresa a FCC, adjudicataria desde hace varias décadas de este servicio, de pronto saltó la noticia sobre la existencia de un acuerdo entre ambas entidades para firmar un nuevo contrato. ¡Aleluya! clamaron los sufridos vecinos, pero pronto se conocieron las matizaciones sobre el mismo.
Contrato de diez años y un coste de 650 millones de euros
Según fuentes municipales, este nuevo contrato no se adjudicará, al menos, hasta el mes de enero de 2020, todo ello debido, según las partes, a los complejos trámites administrativos que este debe superar, entre los que destacan el periodo de información pública.
El presupuesto anual ha quedado fijado por las partes en 6,5 millones de euros y está previsto que esté en vigor durante diez años, lo supondrá un coste añadido de dos millones de euros. Pero a este capítulo de costes hay que añadir también, los 600.000 euros anuales que el ejecutivo local a través de la alcaldesa ha justificado de la siguiente forma: “Mientras no se adjudique definitivamente el nuevo contrato que las partes consideran prioritario para la ciudad (a buenas horas mangas verdes), y que lleva sobre la mesa toda la legislatura, es decir cuatro años, proponiéndose una prórroga que se votará en Pleno y que en caso ser aprobada, supondrá un coste añadido para la hacienda local de unos 50.000 euros mensuales, es decir, 600.000 euros al año, a los que debemos añadir los 4,5 millones de euros de canon anual.
La alcaldesa ha puntualizado al respecto que “si los grupos de la oposición son responsables y votan a favor, Collado Villalba tendrá en fechas próximas nuevas prestaciones que mejorarán ostensiblemente el mejoramiento de nuestras calles”.
Cuatro millones en el capítulo de contenedores
En cuanto a la adquisición de los nuevos contenedores y maquinaría auxiliar los villalbinos deberán pagar, por un presunto error, alrededor de cuatro millones de euros, algo que el Ayuntamiento ha intentado justificar con la baja del canon establecido en el nuevo contrato y que sin dicha inversión (más de cuatro millones), ascendería a unos seis millones de euros anuales. Y esto es lo que suele pasar cuando no existe una coordinación entre los propios responsables municipales y, sobre todo, una falta de criterios a la hora de decidir qué servicio es el más adecuado a los intereses de los representados. “Empezar la casa por el tejado, como ha ocurrido con el tema de los contenedores, le va a costar un alto precio a la tesorería municipal por la ineptitud mostrada por quienes tenían la obligación de informar que, los nuevos contenedores adquiridos (1.600), eran incompatibles con los camiones utilizados para el servicio del vaciado de los mismos, lo que ha obligado a la empresa concesionaria a proceder al alquiler de nuevos camiones, lo que ha hecho incrementar el precio final del contrato.
En fin, el próximo 15 de febrero todo este complejo asuntos estará sobre la mesa de la sesión plenaria convocada al afecto y corresponderá a los representantes de los grupos municipales aprobar o dejar sobre la mesa el contrato de recogida de basuras y limpieza viaria.