‘Valdemorillo despierta’ (autodenominado Boletín de Comunicación y Participación Ciudadana), en el mes de mayo de 2017 publicaba una carta abierta a la exalcaldesa de esta localidad y, por entonces, aún concejala del Partido Popular, Pilar López Partida en la que, entre otras cosas, le echaba en cara el incumplimiento de sus promesas como “que no se presentaría a unas nuevas elecciones a la alcaldía de este municipio”, y le recordaba que “en la calle parece haber unanimidad en que uno de los problemas de la corrupción política es perpetuarse en el cargo y creerse intocable. La vida política, añadía González Martín, tiene un corto recorrido y todos los políticos deben tener fecha de caducidad concreta y concisa de regeneración democrática” Añadiendo seguidamente: “Según todos los sondeos la sociedad se concilia mal con el mantenimiento de la actividad política como un medio de vida. Personas como usted, doña Pilar, que llevan 20 años, más o menos, en esto y a quienes no se les conoce trabajo o carrera distintos de la sistemática ocupación de cargos públicos. De hecho, no faltan voces, de jóvenes que ponen de relieve lo insólito de que muchas personas enarbolen la bandera de la regeneración cuando, de algún modo, han contribuido a crear el estado de cosas que es preciso reformar. Los nuevos líderes, con sus demandas de regeneración, han puesto de moda un debate muy viejo: si a la política no llegas para quedarte hasta la jubilación o simplemente es una actividad transitoria en la vida laboral. En la calle parece haber unanimidad en que uno de los problemas de la corrupción es precisamente perpetuarse en el cargo y creerse intocable. “En un pueblo como el nuestro, puntualiza el autor del artículo, la vida política tiene un corto recorrido y todos los políticos tienen una fecha de caducidad clara, concreta, concisa. Doña Pilar: usted ha manifestado públicamente que no se presentará a unas nuevas elecciones para ser de nuevo alcaldesa. Considero que esta decisión, caso de cumplirse, le honra, pero debería abandonar también toda actuación política en nuestro pueblo para así, revitalizar las nuevas generaciones de políticos de su partido y de otros”
Y Jesús González Martín concluye: “Pero debe probar en otro ambiente distinto a Valdemorillo, debe ejercer sus capacidades fuera de su pueblo y disipar algunas sombras de su gestión a lo largo de más de 20 años, durante los cuales ha sido usted ‘alfa y omega’, el principio y el fin. Así, organizó el consistorio de Valdemorillo a su imagen y semejanza, con un resultado que ahora padecemos sus vecinos. Con su gestión para no tener problemas con los funcionarios, dejaba hacer todo lo que les venía en gana. No importaba no tener en el Ayuntamiento interventor o tener un secretario incapaz de gestionar un documento en tiempo y forma, o un arquitecto que tramitaba su departamento como un apetito para sus propios intereses”.
Jesús González