Valdemorillo y Colmenarejo representados por sus alcaldesas, Gema González y Nieves Roses, respectivamente, han aprovechado su primer encuentro con el nuevo presidente de la Confederación Hidrográfica del Tajo para trasladarle personalmente la postura de ambos ayuntamientos en relación al futuro de la presa del Aulencia. Y es que frente a la propuesta de los grupos ecologistas, que solicitan la demolición de la antigua infraestructura, la alternativa por la que se inclinan estos Consistorios pasa por continuar las reuniones de trabajo cara a la conservación y limpieza del lugar. Y ello en base al potencial que a su juicio, ofrece la recuperación de la citada instalación, tanto en el plano turístico como medioambiental.
Precisamente el atractivo que ya representa para los muchos senderistas que disfrutan del paseo por este paraje, incluido en las rutas por la zona, sirve de base para mostrar que una vez puesta a punto la vieja presa, en cuanto a hacer efectiva la retirada de lodos y la correcta adecuación del equipamiento existente “esta es la mejor solución a adoptar y no la demolición, alternativa a la que nos oponemos totalmente”, destaca González quien, además, va un paso más allá, mostrando su interés por lograr la declaración de la citada presa como Bien de Interés Cultural (BIC).
A la vista de esta última posibilidad, Antonio Yáñez aprovechó esta primera toma de contacto con las dos responsables municipales a continuar la línea de trabajo emprendida, de modo que se sigan realizando los estudios pertinentes siempre tendentes a limpiar y conservar esta infraestructura hidráulica “que una vez limpia y acondicionada realmente puede constituir un bien patrimonial de interés para ser visitado y conocido por todos. Construido en 1942 y 1950 el embalse de Valmayor se creó con la finalidad de garantizar el suministro de agua a varios pueblos, quedando finalmente en desuso en 1975.