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Entrevista a la madre de Bruno, el bebé fallecido en Torrelodones tras esperar una hora la asistencia de una ambulancia

El Faro | Lunes 12 de noviembre de 2018

Dada la trascendencia social que ha generado en nuestra comarca la fatídica muerte de un bebé en su casa de Torrelodones, cuando acompañado de sus progenitores esperaban la llegada de una ambulancia para trasladarlos a un centro sanitario, para su posterior alumbramiento y a fin de conocer de primera mano este hecho fatídico, Torrelodones.Info publicaba ayer una entrevista realizada a la mamá del fallecido en la que explica con todo detalle la fatídica noche en que Carmen perdió a su hijo en casa mientras esperaba la llegada de una ambulancia que "inexplicablemente llegó 62 minutos después de la primera llamada al SUMMA 112. No es fácil imaginar la situación que tuvieron que afrontar Carmen y Marco con su bebé nacido inesperadamente a las 34 semanas de gestación sobre el pecho de su madre, intentando respirar sin conseguirlo debido a la inmadurez de sus pulmones; mientras Carmen se desangraba. Hasta tres litros de sangre tuvieron que transfundirle".
Ya en el Hospital, a Bruno le diagnosticaron 'muerte cerebral' por la falta de oxígeno. Aun así consiguió sobrevivir ocho horas, recibiendo en brazos de su madre todo el cariño que sus padres pudieron darle hasta que finalmente su corazón se paró.

Inexplicable retraso de la ambulancia y falta total de apoyo desde el 112

Torrelodones.Info explica con todo tipo de detalles la conversación mantenida con Carmen, una mujer joven, agradable, culta y educada, una mujer que creemos emocionalmente fuerte y serena; y a la que imaginamos curtida a base de haber sufrido lo inimaginable. Sin dejar de traslucir prácticamente sus emociones, en el salón de su casa, nos relató detalladamente y minuto a minuto el infierno que vivió junto a Marco, su marido, el martes 4 de septiembre, fecha en la que tuvo lugar el fallecimiento de Bruno.
"No caben dudas que el sistema de emergencia falló; y ahora es la Justicia la que investiga el inexplicable retraso en recibir asistencia, y la situación de desamparo a la que se vio sometida esta familia a pesar de activar los servicios de emergencia a través del 112. Una familia que no estaba en medio del desierto, sino a minutos de modernos hospitales, en una noche normal, sin catástrofes, ni ninguna circunstancia extraordinaria que -a priori- pudiera justificar todo lo ocurrido. Ni siquiera nevada o lluvia; ni era festivo. Pero la asistencia no llegó hasta más de una hora después y se vieron obligados a actuar por intuición, sin que nadie con criterio médico les transmitiera tranquilidad o les dijera cómo. Se sintieron solos, sin saber qué hacer. Al contar esto Carmen solo busca que se pongan todos los medios para lo que les ocurrió no le vuelva a pasar a nadie

Relato de los hechos

"Estábamos en la cama cuando Carmen detectó que estaba sangrando. Marco se levantó, cogió el teléfono de ella para llamar al 112, y dijo: "mi mujer está embarazada de 34 semanas, es un embarazo de alto riesgo porque está en silla de ruedas, y está sangrando mucho... necesitamos ayuda urgentemente", Así lo recuerda Carmen. Poco después, a las dos de la madrugada, recibieron un SMS indicándoles: "Servicios de emergencias activados".
A la los, 37 minutos no había llegado nadie, ni se habían vuelto a poner en contacto con nosotros pero la pérdida de sangre era un charco; por lo que volvieron a llamar" ¿Dónde estáis, cuanto tiempo va a tardar la ambulancia...?, preguntó Marco. "No sabemos decir cuánto tiempo tarda. Seguiremos investigando, les contestaron. Yo no sé qué tengo que hacer; aquí hay sangre por todos los sitios... yo vivo a cinco minutos de modernos hospitales como Puerta de Hierro, ¿la llevo al hospital? ¿Directamente díganme qué tengo que hacer, qué hago?, preguntaba Marco una y otra vez con desesperación. "Si usted la lleva y la mueve, es bajo su responsabilidad", le contestaron".
"¿Cómo es posible que yo pida un paquete de Amazon y sepamos en todo momento dónde está el paquete, y una ambulancia del SUMMA no sé si va a tardar 12, 18 o 42 minutos? Carmen siente que "nos dejan abandonados, porque no nos dicen ni cuándo va a llegar la ambulancia, ni qué tenemos que hacer, ni si es mejor o no que me lleven al hospital...". Viendo la cantidad de sangre que perdía, 3 o 4 minutos más tarde, entre el padre de Bruno y un amigo que casualmente estaba durmiendo en la casa de ellos, deciden: " vamos a llevarla porque se muere aquí desangrada. Así mientras el primero abría todas la puertas, despejaba el camino y ponía el coche en marcha, el segundo cogía de la cama en brazos a Carmen para llevarla hasta el vehículo. Cuando estaban a un metro del coche, empezó a nacer el niño. Entonces su padre coge al niño y dice a su amigo "espera, espera...túmbala porque el niño ha nacido". "Me tumban en el suelo, en el asfalto del garaje y les digo: "darme al niño que me lo pongo en el pecho. Y darme algo para taparle"
En este punto resulta inquietante el relato, cuando Carmen cuenta que su pequeño ni se movía ni lloraba, pero hacia intentos por respirar, daba pequeñas y cortas aspiraciones , y ella notaba el sonido y los movimientos del pequeño tórax. Pero Bruno tenía sólo 34 semanas y sus pulmones estaban inmaduros para poder respirar por sí solo. Con el niño nacido, realizaron una tercera llamada al 112 y los derivaron a un médico que les dió unas breves indicaciones (la llamada dura un minuto sobre qué hacer con el bebé). "No nos dieron ninguna indicación medica salvo en la tercera llamada, cuando mi hijo ya había nacido y duraron menos de un minuto, además eran tan obvias, que ya se habían realizado; como poner al niño en el pecho, no cortar el cordón umbilical, taparlo para mantener el calor corporal, etc.. éstas fueron todas las indicaciones que nos dieron en una hora y dos minutos".

Llaman a la Policía Local

A la 01,53 volvieron a insistir al 112 al ver que no llegaban. A las 02.02 horas, ya desesperados y con el bebé muriéndose y la madre desangrándose, llamaron a la Policía Local que tardó cinco minutos en personarse en el domicilio y a las 2,08 re acudieron también dos ambulancias. La parsimonia con la que todos los sanitarios -excepto una mujer, que si iba rápido- subieron la rampa de acceso a la casa dándole la sensación de que no sabían la gravedad de lo que se iban a encontrar. Incluso uno de los sanitarios recibió una llamada de teléfono y se paró para hablar antes. Todo estará grabado en la cámara de seguridad que cubre la entrada a la casa ".
" No vino nadie hasta que llamé a la Policía Local. El 112 no mandó a ningún cuerpo de seguridad del Estado. No es normal que yo llame a un teléfono que se supone coordina las emergencias cuando tenemos un hospital privado a 2 minutos. EL Centro de Salud de Torrelodones, Protección Civil… Esperábamos inútilmente que "alguien hiciera algo -Más o menos, mejor o peor- que intente ayudar a contribuir a que si el resultado si es posible sea bueno, o si no, lo menos nefasto posible, pero no mandaron a nadie". "Yo ya no sabía qué hacer, por eso llamamos a la Policía. Nosotros no podíamos hacer nada más, nos dejaron en absoluta desatención con un bebé chiquitín en mi pecho que no respiraba y yo me estaba desangrando. Estuvimos una hora y dos minutos en absoluta desatención, ni siquiera por teléfono nos decían qué hacer. "Sólo llamadas de un minuto" se queja Carmen.
Cuando los trasladaron al Hospital Puerta de Hierro y tras estabilizar al prematuro con máquinas y hacerle las pruebas para ver la actividad cerebral, les dijeron que había daños cerebrales gravísimos e irreversibles "Muerte cerebral por falta de oxígeno durante tantos minutos, le dijeron.
"En Puerta de Hierro fueron muy humanos", recuerda Carmen. Les dijeron que la muerte se iba a producir en cualquier momento y le ofrecieron darle a su hijo en brazos y esperar el fallecimiento con el apoyo de asistencia de un neonatólogo. Bruno falleció oficialmente a las 11 de la mañana. Carmen muy emocionada dijo "y así lo hicimos. Yo cogí a mi hijo en brazos y le dii todo el cariño que pude; le di las gracias. "Gracias hijo mío por existir, por esos ocho meses, por esas ocho horas; gracias por todo lo que nos has dado, gracias por vivir. Bruno eres de nuestra familia, te queremos y nunca nos vamos a su olvidar de ti.

Hasta que el neonatólogo nos dijo "Ya no late el corazón".
Estos padres no se explican lo que pasó y esperan respuestas, que seguramente llegarán desde la Justicia donde con inusitada rapidez fue admitida a trámite la denuncia que presentaron, con la esperanza de que hechos así no vuelvan a ocurrir. Las diligencias previas están ya en marcha en el Juzgado número dos de Collado Villalba. Seguramente todas las llamadas estén grabadas lo que facilitará la investigación.