Opinión

El PSOE que quiso acabar con Cristina Fallarás

Por: Joaquín Abad

El Faro | Jueves 05 de julio de 2018

Uno de los crímenes periodísticos más repugnantes que he vivido tiene que ver con Cristina Fallarás, que ahora la incluyen en la lista de consejero de RTVE, a comienzos del dos mil. En esas fechas me encargaron que pusiera en marcha el diario ‘El Barcelonés’ con sede en Santa Coloma, por encargo de una empresa que presumía de tener varios medios escritos en Madrid, y cuyo principal accionista era un tal San Román, dueño, como no, de una gran empresa constructora, Edisan. Debía haber negociado la construcción de una importante obra en esa zona de Barcelona, donde se hablaba castellano, para que se movilizaran de forma urgente y poner en marcha el diario, que a mí me vendieron como independiente.

E n contacto con ciertos profesionales de Barcelona llego a contratar, como directora, a Cristina que viaja a Madrid donde la confirman en el cargo. En pocos meses se hacía con una brillante redacción de jóvenes periodistas y empiezan a imprimirse magníficos ejemplares de números cero. Y justo unos días antes de la inauguración del medio recibo la llamada de uno de los directivos de Madrid, que con voz temblorosa me indica que los del PSOE de Barcelona han montado ‘el cristo’ al enterarse de que la Fallarás dirigirá el medio. Y que había que sustituirla porque de lo contrario boicotearían al empresario.

Yo no comprendía nada porque, entre otras cosas sabía de la relación de militancia de Cristina con los socialistas, que no me ocultó cuando la contraté, pero el argumento es que había sido una periodista de Pascual Maragall y la querían lejos de los medios. Ella entendió la papeleta y antes de que el proyecto de El Barcelonés se cerrara y con ella la docena de periodistas que estaban en nómina, acepto marcharse sin pelear.

Tras poner en marcha el diario marché a Alicante, donde montéEl Mediterráneo para el mismo grupo. Era una época donde los diarios gratuitos florecían como setas al abrigo de una publicidad generosa fruto del ‘boom’ económico de la construcción. No volvía saber nada de Cristina Fallarás hasta que llegó la crisis, los desalojos de viviendas hipotecadas y ahora es cuando me desayuné con que la periodista, joven madre, también le había llegado la carta de deshaucio. Se me revolvieron las tripas y sólopude escribir un artículo de solidaridad con la periodista. La podía haber ayudado porque en aquellas fechas andaba en proyectos donde cabía como profesional, pero no supe localizarla. Luego la ficharon los de la SER, como tertuliana y me alegré

Espero verla en el Consejo de RTVE, que aunque algunos la presenten como extrema izquierda, sé que defenderá la profesión y tratará que los informativos, por lo menos sean decentes.