Opinión

Los aullidos de Lobo Cojo

El Faro | Lunes 18 de junio de 2018
Permítanme que después de tres años en la trastienda de El Faro del Guadarrama, manteniendo un silencio casi sepulcral pese a todo lo acontecido desde entonces, haya pedido el ‘reenganche’ para retomar la crítica ácida y chismosa desde lo más alto de la fuente de la carretera de Navacerrada, donde sigo teniendo mi aposento y el de todos ustedes, con permiso de nuestra alcaldesa.

Y lo hago plagiando la lapidaria frase pronunciada por Fray Luis de León, después volver a dar clase en su cátedra tras pasar casi cinco años en prisión: “Cómo decíamos ayer….” ¿Qué hay detrás de esta irónica frase?, se preguntarán ustedes. Simplemente, dice Lobo Cojo, un punto y seguido para poder retomar el tiempo perdido en estos años vividos bajo control de un gobierno municipal bastante descafeinado, donde la alcaldesa, Mariola Vargas, llegó a la ‘poltrona’ municipal elegida por los barones de Génova a instancias del entonces poderoso dedo de Esperanza Aguirre. Sus afines, que bastante ha hecho con aguantar durante legislatura y media las críticas de una oposición un tanto ‘descafeinada’, centrada en hacer la guerra por su cuenta, conscientes de su propia debilidad, en vez de poner freno al desmadre económico heredado de los gobiernos socialistas de JP (José Pablo González Durán), un alcalde que pasará a la historia de Collado Villalba por endeudar las arcas municipales en más de 200 millones de euros, coste de la construcción de un túnel faraónico e innecesario y otros ‘caprichitos’ de los que daremos cuenta en su momento y que son los causantes de una ‘pella’ que aún los villalbinos siguen pagando. Y lo que te rondaré morena, claro.

Todo esto y algo más sucedió, aunque a algunos le costara creerlo, en la capital de la Sierra, la del ‘Cómo te Queremos’, y en la que mes a mes se dilapidaba parte de su patrimonio a través de transacciones de terrenos vía permutas con las constructoras afines, en obras innecesarias o en decisiones caprichosas, como ocurrió con el ‘regalo’ de los terrenos a la UDIMA (Universidad a Distancia), dónde casualmente más tarde se licenciarían en Derecho, el por entonces alcalde socialista, José Pablo González Durán y su compañero, el responsable de Urbanismo, José Antonio Gómez Sierra.

Pues bien, para no hacer la historia más larga, tiempo habrá, con este ‘aperitivo’, iniciamos hoy la segunda etapa de Lobo Cojo en el Faro del Guadarrama, en la que nuestro personaje nos promete denunciar hasta donde le sea posible, las irregularidades y errores cometidos sobre todo por nuestros políticos, rememorando hechos ya consumados o denunciando otros que puedan estar ‘cocinándose’ en estos momentos. Mañana más.