Después de bajar el IBI al mínimo legal a comienzos de la legislatura, el equipo de gobierno de Las Rozas quiere acometer, antes de que acabe este mandato, una segunda reforma fiscal y volver a bajar los impuestos a todos los vecinos de este municipio. El alcalde, José de la Uz, anunció ayer, durante la celebración de un nuevo Debate del Estado de la Ciudad, en que cosiste esta nueva reducción de impuestos, que beneficiaría a todos los roceños. Si bien colectivos como las familias numerosas serán los más beneficiados porque acumulan nuevas bonificaciones y descuentos.
El impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI), el de Plusvalías, el de Vehículos, el de Actividades Económicas y el de Construcción son los que tiene previsto reducir el Ayuntamiento de las Rozas a sus vecinos con un ahorro total estimado de más de 3,6 millones de euros, que permanecerán en los bolsillos de los roceños en vez de abonarlos a la Administración. Cada vecino de Las Rozas ahorrará de media unos 40 euros al año, por lo que una familia con dos hijos pagará de media 160 euros menos en impuestos con la reducción fiscal anunciada ayer.
Así el equipo de Gobierno del PP, que gobierna en minoría, va a solicitar al Catastro la reducción del valor de las viviendas de la localidad (unas 32.000), lo que redundará que vuelva a bajar el IBI a todos los vecinos y, además, la Concejalía de Hacienda aumentará la bonificación a las familias con tres o más hijos y a los propietarios de viviendas ecológicas. “Queremos que los vecinos de Las Rozas paguen menos impuestos y queremos apoyar aún más a las familias y la sostenibilidad medioambiental. Estos son los fundamentos de la de la nueva reforma fiscal que presentamos hoy aquí”, señaló De la Uz.
En concreto, el regidor anuncia que el Ayuntamiento va a pedir al Ministerio de Hacienda que le permita actualizar los valores catastrales de las viviendas de la localidad en un tres por ciento, aprovechando que el Ministerio de la opción de hacerlo a las Administraciones locales para garantizar que los inmuebles de sus términos municipales se sitúen por encima del 50 por ciento del valor de mercado. Con ello los efectos directos consisten en que volverán a bajar los más de 55.000 recibos del IBI por segunda vez en la legislatura y también se reducirá el de plusvalías.