Galapagar

Juzgan al ex jefe de la Policía de Galapagar por coacciones y al ex jefe de servicio por un delito de falsedad

El Faro | Miércoles 09 de mayo de 2018

La Fiscalía de Madrid solicita seis años de prisión para el exjefe de la Policía Local de Galapagar, Juan Manuel González Muñoz, por los delitos de coacciones y de falsedad en documento oficial cometido por funcionario público. El representante del Ministerio Público reclama otros cuatro años de prisión para el que fuera Jefe de Servicio de la Policía Local de Galapagar, José Valle Pérez, por un delito de falsedad en documento oficial cometido por funcionario público. Ambos serán juzgados hoy, miércoles, en la Audiencia de Madrid.

Los dos acusados, según el fiscal, organizaron en diciembre de 2012 un dispositivo con objeto de evitar que se celebrara una macrofiesta ilegal en Nochevieja en la finca ‘Villasolita’, situada en el término municipal de Galapagar.

José Valle Pérez, en su condición de Jefe de Servicio de la Policía Local, se personó allí el uno de enero junto a otros agentes y no observaron que se celebrara alguna fiesta, motivo por el cual se trasladaron a otra finca situada a unos 400 metros “donde parecía haber una fiesta”. Valle, siguiendo instrucciones del ex jefe de Policía Local de Galapagar, comenzó a redactar un acta de inspección en materia de espectáculos públicos y actividades recreativas, así como otra acta que contenía unas denuncias por realizar una fiesta ilegal.

En dichos documentos el acusado hizo constar “a sabiendas de que no eran concordantes con la realidad, tales como que la finca disponía de un nombre comercial ‘Fiesta del Campillo’ o que había menores en su interior consumiendo alcohol. El acusado instó a los cuatro agentes que estuvieran presentes en el lugar de los hechos a firmar las actas, pero estos se negaron al considerar que su contenido no se correspondía con la realidad. A pesar de su negativa el otro acusado, Juan Manuel González, presionó a sus subordinados “con el fin de amedrentar su voluntad” sin llegar a conseguir su propósito.

Finalmente Valle confeccionó unas nuevas actas que entregó al propietario de la finca en las que no constaba, por ejemplo, que hubiese menores ingiriendo alcohol. Juan Manuel González, sin embargo, persistió en su actitud con los agentes e incoó expedientes disciplinarios contra ellos advirtiéndoles, además, de las posibles consecuencias que podría conllevar su conducta, tales como negarse a firmar la permuta de la que estaba pendiente uno de los agentes al alterar los servicios que desempeñaba.