Ciudadanos y su ‘traje de lagarterana’

El protagonismo del que está gozando en los últimos días Ciudadanos (Cs), (caso Cifuentes, Presupuestos Generales del Estado o para no ir más lejos, en la aprobación de los presupuestos del Ayuntamiento de Collado Villalba), me ha llevado a recordar un artículo escrito hace casi un año por José Antonio Sorzano, admirado compañero, que bajo el título “La otra cara oculta de Ciudadanos” nos desvelaba desde su punto de vista cómo era y como actuaba la formación que preside Alberto (Albert) Rivera.

Decía Sorzano que “cuando se emplean toneladas de maquillaje para tapar algunos defectos de forma y fondo a la hora de vender determinadas mercancías, la tozuda realidad viene a corroborar todo lo contrario de lo que se intenta esconder, cualquiera diría que nos encontraríamos ante una modalidad de estafa de trilero magrebí”. Y añadía: “Al hilo de todo esto podríamos adentrarnos en las costuras que adornan el traje de lagarterana del partido de Ciudadanos, para ver no sin cierto pasmo y estupor, cómo la trastienda de la organización del partido naranja dista mucho de ese nuevo, maravilloso e idílico rostro que quieren mostrar al resto de los mortales”.

Tras una larga exposición, sobre la aún corta vida política de Ciudadanos, José Antonio Sorzano concluía su artículo así: “Sólo hay que observar el vuelo y hechuras de una sola paloma para saber la composición de todo el palomar. Una cosa es escuchar las excelencias contadas televisivamente por los chicos de Ciudadanos, con su pulcro jefe de filas al frente, apareciendo como los únicos salvadores de la patria, inventores del parlamentarismo y hasta de la rueda, si me apuran, como si el resto de los grupos políticos estuvieran permanentemente tocándose el ‘pelotamen o violón’ todo el día; y otra muy diferente sería conocer a fondo los auténticos y sórdidos entresijos que adornan internamente a esta formación, incluidas esa otras caras ocultas que de ninguna manera ni quieren ni les interesa mostrar. Al menos de momento”.