El Faro | Viernes 12 de enero de 2018
Vecinos de Becerril de la Sierra han denunciado a El Faro del Guadarrama que desde el pasado 8 de enero “una gran cantidad de vecinos llevamos sufriendo las consecuencias de una anomalía en el servicio municipal de agua potable de nuestro municipio. En la madrugada del martes, 9 de enero, al abrir el grifo del agua de muchas viviendas, esta desprendía un fuerte olor que dejaba intuir que su consumo no era muy recomendable. Hemos de decir que el suministro de agua de las zonas afectadas proviene supuestamente de un depósito ubicado en el monte”.
“Varios vecinos, prosiguen en su comunicado los denunciantes, nos pusimos en contacto con el Ayuntamiento para preguntar y quejarnos de esta anomalía y cada uno recibimos una respuesta diferente. Eso sí, a la pregunta: ¿puede ser esto nocivo para la salud?, la misma respuesta: nadie sabía nada, ni decía nada. Lo único que aconsejaban era no consumir ese agua, algo bastante ingenioso porque los afectados por los malos olores ya habían decidido tomar esa determinación”.
Una botella de cinco litros
Tras las protestas el pasado miércoles el Ayuntamiento, no sabemos si por iniciativa propia o no, mandó a dos operarios a colocar octavillas en las calles afectadas por dichos olores, en las que se comunicaba que en distintos puntos de los barrios afectados por los olores se haría entrega de botellas de agua. La gran estrategia de nuestros dirigentes municipales para enmendar el perjuicio a los vecinos que pagan el suministro de agua al Ayuntamiento, fue la entrega de una botella de agua de cinco litros por vivienda, algo que parecía un chiste, ya que dado que el suministro de agua que llegaba a los afectados no era apto para el consumo, ni para asearse, fregar o lavar, difícilmente podrían solucionar sus necesidades al respecto con cinco litros de agua al día.
“Nos gustaría que el señor alcalde, dice uno de los denunciantes, nos explique cómo en una casa con cuatro miembros, dos de ellos niños, donde en casos como el que nos ocupa la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda un cantidad de dos litros de agua diarios por persona, sin contar con el agua necesaria para el aseo diario, fregar, lavar y cocinar, pretendan que se puedan atender todas esas necesidades con una botella de cinco litros?. Pero el tema no termina aquí porque al señor alcalde también se le ha ocurrido la brillante idea de que sus vecinos compren en la tienda el agua que necesiten para beber. Y lo más grave aún es que hoy, jueves (por ayer), seguimos sin saber el peligro o la nocividad que pudiera entrañar para la salud de los molineros esta situación. Las versiones sobre el origen de dichos olores son variopintas (rotura de bomba del depósito, equivocación en la mezcla de los productos del tratamiento del agua o incluso que el depósito con la sequía que hemos padecido había llegado a niveles muy bajos sin que se percataran de ello los responsables de su mantenimiento por la falta de control y supervisión de las instalaciones mismo, pudiendo ocurrir que al hacer un trasvase desde otro depósito se hubiera removido el agua estancada provocando con ello dicho olor. Y lo más grave es que muchos nos tememos que el problema no a subsanarse con la prontitud deseada, pues ya se ha dicho que al menos no se conseguirá la normalidad en el suministro hasta el próximo 25 de enero. Inaudito pero real”.