Mientras en los municipios más próximos a la capital las cifras del paro y de afiliaciones a la Seguridad Social se van incrementando, en la Sierra de Guadarrama ocurre todo lo contrario. O al menos eso es lo que se desprende de la cifras facilitadas hace apenas unos días por las oficinas de empleo de nuestra comarca, donde al menos una decena de municipios acumula un censo de parados que supera los 11.000 desempleados, tal como les desglosamos seguidamente: Colmenarejo (514); Alpedrete (668); Valdemorillo (679); Torrelodones (730), Guadarrama (768); El Escorial (776); San Lorenzo de El Escorial (890); Galapagar (1.3979 y Collado Villalba (4.177), a los que hemos de añadir los parados de localidades más pequeñas como El Boalo, Cerceda Mataelpino, Collado Mediano, Becerril de la Sierra, Los Molinos, Navacerrada, Cercedilla…
Por sectores, la mayor incidencia de paro se registró en el sector servicios y en la construcción que no termina de arrancar pese a la demanda de viviendas existente en nuestra comarca. Galapagar puede ser una de las excepciones al mantener su tendencia en el descenso de paro pues a tenor de los datos facilitados por la Consejería de Economía, Hacienda y Empleo de la Comunidad de Madrid, relativos al mes de diciembre, el municipio galapagueño ha registrado casi un 8 por ciento de parados menos en 2017, con 1.784 desempleados a día de hoy, de los que 932 son mujeres y 852 hombres. Sí puede ser esperanzador el hecho de que Galapagar haya registrado un total de 20 parados menos con respecto al mes anterior, y 154 en relación al mes de diciembre de 2016. Incluso 402 menos que en el mismo periodo del año 2015.
Aun así cuatro de cada diez profesionales menores de 25 años no tienen trabajo en la Sierra de Guadarrama y más de la mitad de los contratados sólo tienen garantizado el trabajo durante unos seis meses. Y lo que aún es más grave, la tasa de temporalidad de estos jóvenes se ha incrementado en tres puntos en los dos últimos semestres.