¿Por qué la alcaldesa de Collado Villalba, tan dispuesta siempre a salir en la foto o a conceder una entrevista a una emisora, no ha dado explicación alguna sobre los motivos que le han obligado a suspender la Feria de Navidad 2018, donde las atracciones carecían de licencia y seguro, el mercadillo no contaba con el permiso pertinente y no se habían abonado, como exige, la ley las tasas correspondientes a la ocupación del espacio público. O sea, que nada de papeleos ¿para qué? “¡Mira aquí lo hacemos como siempre, y el ayuntamiento que se joda!”, se oyó decir a uno de los feriantes cuando se descubrió el ‘pastel’.
Si hay que buscar responsables a un asunto que huele tan mal, la primera que está en el punto de mira es obviamente la alcaldesa, Mariola Vargas, que cuando pitan bastos se suele escaquear, para reaparecer más tarde con cara de buena diciendo “yo de eso no sabía nada”. ¿Y para que le pagamos a ella y a tantos asesores y técnicos que tiene a su entera disposición para defender nuestros intereses? Y el segundo culpable, a la par que la regidora, es el concejal de Festejos, Protección Civil y Obras, Juan José González Tejeda, al que no le deben gustar nada los niños, ya que fue el responsable de que muchos escolares villalbinos se quedaran sin becas de comedor; también del incidente con los globos de los juegos escolares y ahora, para rematar el año, ha sido el culpable directo de tener que desmontar las actuaciones de la Feria Navideña, algo que parece no preocuparle mucho, sobre todo mientras él siga percibiendo por ‘su cara bonita’ un salario anual de las arcas municipales de 45.000 euros. ¡Anda que va a dimitir!