La dirección de IRUBUS S.A.U que presta sus servicios a viajeros de San Lorenzo de El Escorial, El Escorial y Galapagar y otros municipios de la Sierra Oeste de Madrid ha informado que ante la convocatoria de huelga desde el pasado lunes, 11 de diciembre, se han recrudecido los ataques violentos y actos de sabotaje que vienen sufriendo sus vehículos desde el inicio de este conflicto. En concreto, desde el pasado martes, 5 de diciembre se ha producido una escalada de actos vandálicos, consistentes en la rotura de 27 lunas de autobuses, cinco cinturones de seguridad de conductores inutilizados y cuatro vehículos con pinchazos en las ruedas, tal como demuestra la fotografía que incluimos. Estos actos inaceptables se suman a los 13º actos vandálicos y sabotajes, algunos con viajeros en su interior, sufridos contra los vehículos desde que se inició el conflicto.
IRUBUS hace un nuevo llamamiento al cese inmediato de estos actos injustificables, actos de violencia que ponen en riesgo la seguridad de los viajeros y empleados e imposibilitan la prestación de los servicios mínimos. El derecho a la huelga para mejorar las buenas condiciones que ya tienen los trabajadores deben ser compatibles con el derecho a la movilidad de los ciudadanos, y no es aceptable impedir los servicios mínimos a través de actos de vandalismo. La compañía seguirá denunciando estos ataques ante la Guardia Civil.
Servicios mínimos
IRUBUS lamenta los perjuicios que esta nueva huelga ocasionará a los viajeros y pide disculpas por ello. La nueva convocatoria de paros se desarrollará de lunes a viernes, de 6,00 a 9,00 horas y de 18,00 a 21,00 horas, excepto el 25 de diciembre y el 1 de enero. Se han decretado unos servicios mínimos entre el 60 y l 35 por ciento, dependiendo de las líneas.
En su intento por terminar con este conflicto la dirección de IRIBUS ha hecho todos los esfuerzos posibles para llegar a un acuerdo. En este sentido ha tomado la iniciativa de convocar hasta seis mesas de negociación, dónde ha realizado diversas propuestas de incrementos salariales a la plantilla, que ya de por sí goza de muy buenas condiciones laborales, superiores a la media de sector. Sin embargo, la representación de los trabajadores sigu inamovible en sus peticiones iniciales: unas subidas salariales desorbitadas e inasumibles para cualquier empresa que quiera viabilidad y futuro.
No está en manos de IRUBUS solucionar unilateralmente una situación que depende de una actitud abierta al diálogo y una negociación razonable por lo que ha emplazado a los representantes de los trabajadores a trasladar a la inminente negociación del nuevo Convenio Colectivo de Madrid sus reivindicaciones salariales.