La Comunidad de Madrid inicio el pasado lunes las tareas de demolición de los primeros quioscos ilegales situados en el entorno de La Pedriza, en Manzanares el Real, en el Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares, colindante con el Parque Nacional de la Sierra del Guadarrama.
Se trata de una serie de construcciones ilegales que fueron construidas en la década de los 60 del siglo pasado, carentes de concesión administrativa alguna y que ocupan una vía pecuaria.
Los cuatro quioscos que serán demolidos ocupan una superficie de 320 metros cuadrados. La distancia entre estas construcciones va desde los 40 a los 600 metros las más alejadas. La Comunidad de Madrid ha ejecutado la demolición de manera subsidiaria, ya que los titulares de los mismos no han procedido a dar cumplimiento a la orden de derribo, cuyo plazo era de 15 días y que el Gobierno regional amplió hasta un mes.
El proceso de demolición se prolongará durante los próximos diez días, a los que se le sumará la tarea de limpieza de la zona para recuperar todo el entorno natural. Aún permanecen otras doce construcciones más en la zona que serán derribadas en función de la evolución de los expedientes que se encuentran en fase de ejecución, así como los recursos presentados por sus titulares.
Restaurar la legalidad y recuperar espacios naturales
El Consejero de Medio Ambiente, Administración Local y Ordenación del Territorio, Pedro Rollán, visitó el lunes Manzanares el Real dónde han comenzado las tareas de demolición, donde manifestó: “Con la demolición de los cuatro primeros quioscos la Comunidad de Madrid adopta las medidas necesarias para proceder a restaurar la legalidad en la zona y recuperar espacios naturales en el Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares, muy próximos al Parque Nacional de la Sierra del Guadarrama”,
El Consejero también ha señalado que esta actuación se suma a otras de las iniciativas llevadas a cabo “a lo largo de los últimos meses dentro de las labores de conservación y protección del Parque”. Las dos medidas adoptadas han sido la prohibición del baño en la zona del río Manzanares y sus afluentes, dónde ha mejorado la calidad biológica del agua hasta en un 20 por ciento, recuperando con ello la presencia de invertebrados que habían desparecido de la zona. También se ha reducido el número de plazas de aparcamiento en el interior del Parque Nacional, pasando de 370 a 270 vehículos, en beneficio del transporte público, cuyo autobús une ahora Manzanares el Real con el aparcamiento de Cantocochino.