El Faro | Lunes 23 de octubre de 2017
El consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Enrique Ruiz Escudero, visitó ayer el Servicio de Cardiología de adultos del Hospital Universitario La Paz en donde se ha puesto en funcionamiento una nueva sala de Cardiología Intervencionista de última generación, que permitirá optimizar la actividad y mejorar el servicio ofrecido al paciente. Este servicio, según ha explicado Ruiz, es un referente nacional e internacional en el tratamiento de las cardiopatías congénitas y procedimientos cardiológicos de gran complejidad.
La Paz está designado por el Ministerio de Sanidad como CSUR en Asistencia integral del neonato con cardiopatía congénita, del niño con cardiopatía congénita compleja y del adulto con cardiopatía congénita, así como también para el trasplante cardíaco infantil. Dispone de seis salas de procedimientos cardiológicos de alta especialización: dos salas de Cardiología Intervencionista, una de las cuales es la nueva, dos salas de electrofisiología, una de ellas robotizada y otra que empezará a ser renovada en las próximas semanas; una sala para la implantación de dispositivos de estimulación cardiaca y una sala híbrida para el tratamiento de las cardiopatías infantiles.
La puesta en marcha de esta nueva sala se enmarca en un proyecto global de modernización de La Paz tanto en infraestructuras como en equipamiento tecnológico con la finalidad de adaptar el centro a las necesidades actuales de la sociedad. En lo que va de año se han invertido en este capítulo 4,5 millones de euros en obras e infraestructura y 1,5 millones en equipamiento tecnológico
La nueva sala se ha dotado de más espacio y de un equipo de última generación que mejorará la eficiencia del servicio ya que, además de ser más ergonómica y cómoda para el profesional, permite la realización de cualquier procedimiento de cardiología intervencionista, algo que la anterior no permitía. Además, supone una
mayor seguridad para el paciente al reducir el nivel de radiación necesario para la realización de las pruebas y necesitar menos contraste, lo cual supone una
mayor protección para el riñón del paciente.