Acosado y acosador son propietarios y vecinos de dos fincas colindantes situadas en la Dehesa de Fuentevieja
El Faro | Lunes 23 de octubre de 2017
La Dehesa de Fuentevieja es una finca situada al noroeste del municipio de Valdemorillo, dentro del espacio protegido de Red Natura, denominado Zona de especial Conservación Cuencas de los ríos Alberche y Cofio. En esta finca han llegado a nidificar el águila imperial y la cigüeña negra, especie en peligro de extinción.
Fuentevieja está dividida en cuatro fincas F-1, F-2, F-3 y F-4). Los hechos denunciados suceden en las fincas F-2, propiedad de la sociedad Fuentelaladera S.A. y F-3, cuyo titular es un anciano de 81 años que colabora con Ecologistas en Acción desde hace varios años.
Fuentelaladera S.A. compró la Finca 2 de Fuentevieja en el año 2003, coincidiendo con su constitución. Según consta en el Registro Mercantil los administradores solidarios y el socio único son miembros de la familia Lasaga, incluido Florentino Lasaga Munarriz, presidente de la Fundación Ramón Areces y miembro del Consejo de Administración de El Corte Inglés.
La finca F-2 albergaba hasta hace unos días un conjunto edificatorio formado por diversas construcciones tradicionales organizadas en una casa principal –en la que se incluye una pequeña iglesia-, y una casa de labor. Se trata de edificaciones de valor histórico (en el plano topográfico militar de 1877 ya aparece la “Casa de Fuentevieja”) y valor arquitectónico (reconocido por la Dirección General de la Vivienda y Rehabilitación de la Comunidad de Madrid).
Para acceder a la F-3 solo se puede hacer por un camino que atraviesa la F-2 y pasa entre la casa principal y la casa de labor. Por ello la finca F-2, propiedad de Fuentelaladera S.A. está obligada por una servidumbre de paso inscrita en el Registro de la Propiedad, para permitir el paso de los propietarios de la finca F-3.
Obras sin licencia o autorización ambiental
Cuando el propietario de la F-3, sale o entra en su finca es testigo de las obras que Fuentelaladera S.A. realiza en su propiedad. Por esa razón el octogenario lleva años denunciando obras que se inician sin licencia o autorización ambiental (apertura de pozos, conducciones, obras en las edificaciones existentes, etc) en la finca de su vecino, o todas aquellas que, aún no contando con autorización considera contrarias a la normativa urbanística y ambiental de la zona.
Coincidiendo en el tiempo, a medida que el anciano toma medidas legales contra Fuentelaladera, S.A. la sociedad dificulta e impide el acceso del anciano por el camino de servidumbre. Para ello han instalado dos puertas separadas unos 500 metros, en el camino. Estas puertas se cierran con candado (que no siempre facilitaban la llave a su vecino) y con alambres gruesos y atados que el anciano no tiene fuerza para cortar o desanudar. Así, en varias ocasiones ha quedado encerrado hasta que ha llegado su hijo o la Guardia Civil obliga a abrir la puerta.
Esta situación se viene produciendo desde hace cuatro años. A las denuncias por irregularidades urbanísticas y ambientales que presenta el octogenario y su hijo –que se ha visto obligado a trasladar su domicilio a la vivienda de su padre para no dejarlo solo- el Ayuntamiento de Valdemorillo y la Consejería de Medio Ambiente responde emitiendo licencias y autorizaciones que legalizan las obras una vez consumadas. Por el contrario nada hacen contra las vejaciones que sufre el propietario de la Finca 3.
Ecologistas denuncia el hostigamiento en la Delegación del Gobierno
Los acontecimientos han tomado un tinte dramático desde el pasado mes de septiembre, cuando Fuentelaladera S.A. comenzó a demoler edificaciones del conjunto arquitectónico. Estas obras, a juicio de Ecologistas en Acción se están realizando vulnerando la normativa urbanística de Valdemorillo y la legislación ambiental de la Comunidad de Madrid. Por ello la organización ha puesto los hechos en conocimiento de la Alcaldesa de Valdemorillo, del Consejero de Medio Ambiente, Pedro Rollán, y de la propia presidenta de la Comunidad de Madrid, Cistina Cifuentes, pidiendo la paralización de las obras. Sin embargo hasta la fecha no se ha producido ninguna reacción por parte de las administraciones citadas.
Pero no solo se ha agravado la situación urbanística y ambiental de la finca; la semana pasada Fuentelaladera S.A. cerró el acceso al anciano colocando rocas grandes atravesadas sobre el camino, obligando a desviarse por un acceso alternativo intransitable con vehículo. Teniendo en cuenta que la finca se encuentra a más de seis kilómetros de un núcleo urbano, el uso de vehículo es imprescindible. El corte del camino se mantuvo durante dos días, desoyendo las ordenes de la Policía Local y de la Guardia Civil ordenando la retirada inmediatamente de dichas rocas.
A la vista de los acontecimientos, a juicio de Ecologistas en Acción, se estaría produciendo un caso de hostigamiento contra el anciano propietario de F-3 que podría, incluso, llegar a considerarse como un caso de acoso inmobiliario con el probable objetivo de privarle de su derecho al disfrute pacifico de la servidumbre de paso que discurre por terreno de la finca colindante, propiedad de Fuentelaladera S.A.
Por la gravedad de los hechos, por el impacto ambiental de proyecto de Funtelaladera S.A y por las desidias de las administraciones responsables, Ecologistas en Acción ha presentado una denuncia ante la Delegación del Gobierno de Madrid solicitando se arbitren las medidas necesarias para investigar los hechos, evitar el hostigamiento que padece el propietario de la Finca F-3 de Fuentevieja y garantizar el ejercicio de las libertades en Valdemorillo.