El Ejecutivo de Rodríguez Osuna (VMP!) ha incumplido el 70 por ciento su programa electoral
El Faro | Miércoles 07 de junio de 2017
Moralzarzal, tras dos años de legislatura (2015-2017), está empezando a sentir las consecuencias de un gobierno municipal inexperto, minoritario y lo que aún puede ser peor para los intereses de sus ciudadanos: prepotente.
Vecinos por Moralzarzal Participa (VMP!) llegó al gobierno local en junio de 2015, gracias a la ‘pinza’ promovida por los tres grupos de izquierda con un único objetivo: evitar que el Partido Popular, ganador de estos comicios, pudiera seguir gobernando el Ayuntamiento por sexta legislatura consecutiva.
VMP!, formación liderada por Juan Carlos Rodríguez Osuna, que había conseguido cinco actas de concejal y 2.896 votos en las urnas, se autoproclamó candidato a la alcaldía desde el primer momento, despreciando los derechos de la lista más votada, en este caso el PP, con siete concejales y 3.657 votos. El pacto inicial entre VMP y Moralzarzal en Común (MeC), sumaba ocho concejalías que junto a la abstención del PSOE (dos), facilitó la formación de un gobierno en minoría que, gracias al apoyo de los socialistas en algunos temas puntales y su posterior reincorporación al Equipo de Gobierno presidido por Rodríguez Osuna, ha gobernado durante año y medio, con más sombras que luces, un municipio que hasta entonces era ejemplo de crecimiento ordenado, de infraestructuras, servicios, ocio en la zona Noroeste de Madrid.
Pero la ‘luna de miel’ de este gobierno preñado de interés políticos fue, como cabía suponer, muy corta y así, a finales del pasado año, el incumplimiento por parte del Vecinos por Moralzarzal en Común del pacto firmado con su socio. MeC, sobre la tan cacareada remunicipalización del contrato de limpieza viaria y recogida de basuras, además del servicio de parques y jardines tras haber finalizado el contrato con la empresa Urbaser, produjo el divorcio entre ambas formaciones, dejando con ello al gobierno municipal de nuevo en minoría, esta vez con sólo siete ediles (cinco de Vecinos, más los dos del PSOE), mientras el Partido Popular sigue manteniendo los siete iniciales y salvo que ‘MeC’, muy enfadados con sus exsocios, decidan salir en momentos puntuales a su rescate, el Ejecutivo local va a tener muy complicado sacar adelante sus propuestas. Una situación política muy complicada y que no favorece en absoluto los intereses de un municipio que corre el riesgo de quedar paralizado por una guerra personal e ideológica entre las tres formaciones de izquierda que, como ya han evidenciado, son capaces de anteponer sus personales intereses, sobre todo PSOE y Vecinos por Moralzarzal, a los de sus representados, más de 12.000 vecinos. Y lo que aún es peor, la irresponsabilidad evidenciada por ‘MeC’ al decir públicamente que su grupo nunca votará al PP aunque con esta postura perjudiquen, como está ocurriendo, a sjus propios convecinos al dar con ello un cheque en blanco a las citadas formaciones.
Incumplimientos programáticos
Basándonos en lo que el alcalde, Juan Carlos Rodríguez Osuna calificó como de ‘26 compromisos ineludibles’ y ‘74 iniciativas adicionales’, se puede decir al respecto que se han producido varios incumplimientos, destacando ellos aquellos puntos relacionado con los cargos o puestos de confianza que este ete grupo municipal en su programa lectoral prometía eliminar y no sólo no lo ha hecho, sino que han cubierto las dos plazas fijadas por ley con dos integrantes de su propia lista electoral, lo que pone en duda la afirmación de que “no nos convertiremos en profesionales de la política”, lo que tampoco se justifica con la cuantía de sus salarios, todos ellos al borde de lo que permite la ley según sea su dedicación total o parcial. Es más, el sueldo de su ‘socio’, portavoz del grupo municipal socialista (el otro concejal sólo participa si tiene que votar en un momento determinado), tras haber asumido alguna de las áreas dejadas por MeC, puede rondar los 50.000 euros anuales, cantidad muy similar a la que percibe el propio alcalde.
También VMP! ha incumplido otras promesas tales como de devolver al Pleno Municipal las facultades delegadas en la Junta de Gobierno, la promesa sobre presupuestos participativos, al menos en estos dos años de legislatura, el mejorar las zonas verdes del municipio, la limpieza de sus calles, mantener los parques públicos en buen estado, la de construir un nuevo CEIP para sustituir El Raso; las ayudas a la Tercera Edad o de fomento el comercio local, la anunciada bajada de impuestos, la mejora del viejo alumbrado público, el de la red de alcantarillado, el famoso estudio de movilidad por la M-608, cuando se mantiene durante más de un año destrozado, por un capricho personal del alcalde, el pavimento de la Avenida de la Salud y de otras calles del municipio; la implantación de huertos urbanos ecológicos, el control de mascotas y de colonias de gastos que campan a sus anchas por la vía pública, la ubicación de un nuevo mobiliario urbano…Vamos, que por incumplir, hasta ha incumplido con su famosa obra ‘faraónica’ del Centro Cívico, donde el alcalde Rodríguez Osuna tenía previsto gastarse más de ¡¡un millón de euros!! en una localidad que tiene algunas carencias, más por desidia que por otras cosas, pero que afortunadamente cuenta con Biblioteca, Casa de Cultura, Teatro y otras muchas instalaciones municipales que permiten prescindir de este tipo de inmuebles, más con la precariedad existente en algo tan vital como es la restauración del pavimento de las calles y la precariedad de unas aceras, estrechas t deterioradas, o de las tercermundistas canalizaciones del agua potable; incluso de las líneas eléctricas, por citar algunas.
Y todo esto ocurre cuando se cumple el ecuador de la legislatura de un gobierno, ahora en minoría, incapaz de afrontar el reto de un municipio que no se puede permitirse el lujo de perder más tiempo viendo cómo sus dirigentes locales ajustan cuentas mientras Moralzarzal está cada vez más sucio y más abandonado a su suerte.