Está demostrado que una cosa son las ofertas electorales que suelen hacer nuestros políticos locales, sean de uno u otro signo, antes o durante la campaña electoral y otra muy diferente el cumplimiento de las mismas. Hoy comenzamos esta sección bajo el título “Donde dije digo…” con la alcaldesa de Collado Villalba, Mariola Vargas (PP), al tratarse del municipio con mayor población de la Sierra (más de 62.000 habitantes); y en días sucesivos, continuaremos ‘sacando los colores’ a otros regidores del entorno, al repasar sus respectivos programas a fin de demostrar a sus conciudadanos sus mentiras e incumplimientos. Uno de los alcaldes más veteranos de la Sierra, desde hace tiempo desvinculado de la política, me comentaba hace unos días: “¡Oh!, que fascinante mundo el de la política local, donde las promesas nunca se cumplen aun apareciendo en el ‘libreto’ electoral. Aquí, añadía, de lo que se trata es de mentir, de conseguir votos, de tener un buen sueldo y una vez logrado este objetivo…que te den”.
Una campaña bajo el ‘compromiso de futuro’
Mariola Vargas se presentó como candidata a la alcaldía de Collado Villalba en las elecciones de 2015, sabiendo lo que se ‘cocía’ en el seno del Ayuntamiento tras haber desempeñado durante varios años el cargo de edil responsable del área de Servicios Sociales, y de haber ejercicio el cargo de alcaldesa, puesto que ocupó tras la dimisión presentada por su antecesor y compañero de partido, Agustín Juárez, tras ser imputado en el ‘Caso Púnica’ , aunque para ello Vargas tuviera que superar el ‘sarao’ montado por la expresidenta del PP de Madrid, Esperanza Aguirre, junto a otros dirigentes regionales de Génova en aquella farsa que calificaron de ‘examen de honradez y capacidad para desempeñar la alcaldía’.
Bien, con esto quiero decir que la señora Vargas no era una neófita en política local, que conocía perfectamente la situación de las arcas municipales, al borde de la quiebra como consecuencia del despilfarro de los gobiernos socialistas presididos por José Pablo González Durán, lo que obligó al Ministerio de Hacienda a intervenir la hacienda municipal, ante las deudas acumuladas durante esa larga década de desgobierno socialista que finalizó con algo más de cien millones de euros de euros ‘enterrados’ en un túnel-parking, caro e innecesario.
Pues bien, con todos esos antecedentes, la candidata por el Partido Popular, Mariola Vargas, para el periodo 2015-19, presentó su opción a primera autoridad municipal bajo el lema: “Compromiso de Futuro”, un programa que calificó de realista, basado en la experiencia de más de cuatro años de gobierno en unas condiciones precarias y complicadas, centrado en mejorar la calidad de vida de los villalbinos, además de mantener la calidad de los servicios públicos”.
El primer punto de este programa se centraba en “bajar los impuestos –otro imposible-, concretamente el IBI en un 20 por ciento de media a partir de 2016 (algo que tampoco se ha cumplido), y lo mismo ha sucedido con la segunda promesa: “llevaremos a cabo una reducción progresiva de la tasa de basuras hasta su total eliminación en 2019. Y para que la generosidad no quedara ahí, también ‘su’ programa electoral recogía que “estos dos puntos se verán complementados con una reducción del tributo aplicado a los vehículos de tracción mecánica del 5 por ciento”.
Más de lo mismo ha sucedido con las políticas de empleo del PP, que además de prometer la generación de puestos de trabajo y de mejorar y fomentar la formación de los desempleados, la cualificación y la mejora del acceso al mercado laboral de mujeres y jóvenes, también se comprometía en crear empresas”. Los números están ahí.
Inversiones imposibles de cumplir
El siguiente capítulo, el de inversiones, ponía otra ‘guinda’ al pastel de los incumplimientos. La alcaldesa Mariola Vargas, prometía la construcción del Centro de las Artes y las Letras en la finca de La Malvaloca, (lugar elegido en su día por el Ejecutivo socialista para ubicar un Teatro sin barreras), justificando dicha construcción en el hecho de estar recogida en los Presupuestos de 2017 (han pasado dos años y ni siquiera se ha puesto la primera piedra). También la por entonces candidata del PP incluyó en su programa la construcción de un Pabellón deportivo de nada menos que tres pistas en un punto de esta localidad a determinar, pero haciendo saber que el proyecto inicial que contemplaba el mismo en el Parque de la Coruña había sido descartado.
Pero la cosa no terminaba a aquí, porque ya puestos a prometer, la candidata popular también incluía una ‘patrulla verde’ para erradicar los excrementos de los perros en las aceras (miren, miren como siguen), patrulla que además se encargaría de evitar la realización de grafitis y que estaría formada por personal voluntario y/o miembros de Protección Civil (otra de las asignaturas pendientes de la alcaldesa villalbina).
Y ahí estaba también la promesa de firmar un contrato para mejorar el servicio de recogida de basuras y limpieza viaria “en el que se incluiría la adquisición de nuevos vehículos y maquinaria, además de nuevos contenedores”. Dos años después Collado Villalba sigue siendo una ciudad supersucia, por la que campan los roedores a sus anchas y con unos vehículos desfasados para realizar el trabajo de la limpieza urbana, mientras la concesionaria de este servicio se sigue beneficiando de las incomprensibles prórrogas de un contrato cuya finalización se produjo en 2015.
En cuanto al compromiso adquirido por el Partido Popular con familias y personas en riesgo de exclusión social, la promesa pasaba por aumentar las partidas extraordinarias y que se instalaría una ventanilla de atención social para dar información completa y eficaz, y orientación apoyo a aquellos casos desde el primer momento, antes de esperar la cita con la trabajadora social, prometiendo impulsar un Plan de Protección a la familia y que se firmaría un convenio con la Comunidad de Madrid para gestionarles viviendas sociales”. Además de los muchos incumplimientos habidos al respecto, esta misma semana IU-Collado Villalba denunciaba en El Faro del Guadarrama que el gobierno de Mariola Vargas en la liquidación de los presupuestos de 2016, dejó sin ejecutar en Servicios Sociales 192.000 euros
Y qué me dicen de aquellas alegres ofertas, de las que nunca más su supo, como era “la construcción de un rocódromo y de un circuito de bicicletas de montaña MTB, o el de aumentar la plantilla de la Policía Local y firmar planes de colaboración con la Guardia Civil, o instalar cámaras de seguridad y vigilancia en zonas comerciales (especialmente en los polígonos), mantener la zona de aparcamiento gratuito (sobre y bajo superficie), algo que más tarde se convertiría en una ola azul (ORA), con pasada obligatoria por la caja del parquímetro más próximo. También nuestra alcaldesa prometió la creación de un carné ‘capital joven’ con descuentos en distintos comercios de Collado Villalba para menores de 30 años.
Y para no aumentar el enfado de nuestros lectores, mejor lo dejamos aquí.