El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
“A pesar de no subir a la montaña, hemos disfrutado de un alpinismo duro, intenso y sobre todo muy bonito, así que, como siempre, de aquí nos vamos encantados de haber vivido esta nueva experiencia”. Así resume Carlos Soria, conocido alpinista y vecino de Moralzarzal, su aventura en el Ama Dablam, una complicada cumbre situada en Katmandú a la que finalmente no pudieron ascender debido a las adversas condiciones climatológicas. Ha sido un mes de intensa actividad, empezando por el vuelo a Lukla y continuando por los cinco días de marcha hasta llegar al campo base, situado a 4.600 metros de altitud. Encuentros con otras expediciones, aclimatación, , nieve, algunos claros entre las nubes, aristas inverosímiles y finalmente la decisión de abandonar el intento de coronar el Aba Dablam han formado parte de estos días en los que Soria y sus compañeros también han tenido algo de tiempo para enviar correos electrónicos y fotos (las que ilustran esta información) para traducir a palabras e imágenes esta aventura.