El Faro | Sábado 29 de abril de 2017
En una extensa carta, miembros del centro social okupado 'la fabrika' han manifestado lo siguiente:
“El pasado martes, 25 de abril, el Ayuntamiento de Collado Villalba comunicaba que había interpuesto una denuncia por “graves amenazas y coacciones”. El 26 y 27 de abril, ciertos medios de comunicación poco rigurosos publicaban que se habían producido cuatro detenciones por destrozo del mobiliario urbano y las antes mencionadas “graves amenazas y coacciones”. También el Ayuntamiento señalaba que se había producido un “quebrantamiento del precinto de la Fábrika”. Todo ello es absolutamente mentira. 1º.- No sea producido ninguna detención. 2º.- La Fábrika no ha coaccionado ni amenazado al Ayuntamiento pero el Consistorio si nos ha amenazado e intentado coaccionar a nosotros. 3º.- La Fábrica no ha ‘quebrantado’ el precinto.
De nuevo recalcamos que esto es un intento del Ayuntamiento de criminalizar el movimiento popular que le lleva plantando cara desde hace 10 años. El desalojo tiene claros motivos políticos, la ‘seguridad’ del espacio es sólo su excusa. Es más, numerosos edificios públicos y privados comerciales de Collado Villalba no cumplen con la normativa de seguridad y siguen abiertos. Ante estas tan imaginativas acusaciones solo podemos suponer que al poder establecido le falta un poco de humor y criminaliza la burla porque ni la entiende, ni la tolera. Teme el poder del pueblo autónomo que se organiza horizontalmente. Teme que les señalemos sus trapos sucios.
La pregunta pública que lanzamos es las siguiente: ¿Quién es el verdadero problema? Desde hace diez años La Fábrika trabaja por un Collado Villalba menos opresivo, en definitiva, más habitable: ofrecimos actividades culturales y deportivas aparte de denunciar la corrupción del Ayuntamiento. Por otro lado, el Consistorio parece no inmutarse cuando un propio informe policial (‘Albelia 2016´) demuestra de que casi una de cada tres familias villalbinas están en riesgo de exclusión social. Los vecinos llevamos quejándonos demasiado tiempo sobre la suciedad del río y las calles y el Ayuntamiento mira a otro lado, la misma reacción muestran con la ORA, sabiendo el generalizado descontento popular y el hecho de que varios pequeños comercios estén cerrando o pasándolo muy mal como consecuencia de la ORA.
¿No tiene Mariola Vargas mayores preocupaciones que desalojar La Fábrika? ¿Quién amenaza y coacciona?.
“La Fábrica resiste, un desalojo otra okupación”