JAIME FRESNO | Miércoles 22 de octubre de 2014
Una final. Ya nadie en el CUC Villalba niega esa etiqueta al partido de este domingo -Municipal, 12:00 horas- ante el Coslada, directísimo rival por la permanencia, el equipo compañero de los villalbinos en el ascenso de hace dos campañas. Ganar supone sumar 45 puntos y salvarse virtualmente de la quema, siempre que no se produzcan carambolas extrañas en las dos últimas jornadas.
El Villalba pudo hacer los deberes la semana pasada en Pinto, pero fue superado en los pequeños detalles. Tuvo llegada, pero una desatención defensiva propició la jugada del penalti transformado por Saufán que le hizo ir a remolque. “Hasta ese momento, ellos no nos habían llegado. Pecamos de pardillos, pero jugamos muy bien. Fue una lástima”. Javier de Lucas aún lamenta el paradón de Javier Leal a Corbella en la jugada que pudo suponer el 0-1, y el robo de balón de Kanguro a Ruiz que originó el 2-0 en el minuto 90. Pero ya no es tiempo de lamentos. “Al Coslada hay que ganarle como sea”. El técnico planea jugar con tres defensas y tres delanteros para zanjar rápido la cuestión de los nervios y, si puede ser, el partido. La recuperación de los sancionados, David Alonso, Oliva, Galán y Borja, añade un motivo más de seguridad en el éxito; por si acaso, los calendarios de Pegaso y Ofigevi, que aún tienen que descansar y sólo pueden ganar seis puntos, también ayudan.