Opinión

¿Qué les pasa a los ‘Jefes del Burdel’ de Alpedrete?

Carta abierta

El Faro | Domingo 26 de marzo de 2017

Qué les pasa a algunos concejales del Equipo de Gobierno de Alpedrete, sobre todo a los del PSOE y ‘Alpedrete Puede’. Con esta pregunta, quiero hacer una crítica que es la consecuencia de una experiencia vivida en primera persona en el Ayuntamiento de Alpedrete, hechos que quiero denunciar pues desde mi punto de vitas pueden calificarse de maltrato psicológico.

Los hechos tuvieron lugar concretamente, el pasado 23 de marzo, cuando me encontraba en el Ayuntamiento de este municipio y me oí sorprendido un grito de ¡¡Puta!! que pude ver era pronunciado por una concejala (I.G.T) perteneciente al grupo municipal de ‘Alpedrete Puede’. Ante este insulto, evidentemente premeditado, la concejala no mostró arrepentimiento alguno, ni siquiera pidió perdón a los presente. Además la señora concejala, tal vez para justificar su enfado, añadía el estruendo que hacia al romper un papel ‘en mil pedazos’. No se supe a quién iba dirigido el insulto, pero si la persona en cuestión hubiese estado presente es posible que el papel no habría sido el único en sufrir la ira de la política en cuestión.

También debo referirme a los habituales cambios de humor de otro concejal de este Ayuntamiento, (J.A.C) perteneciente al grupo municipal del PSOE, quien se caracteriza por ser muy correcto en su quehacer diario, sin embargo ese mismo día pude verle su otra cara, cuando gritaba a algunos trabajadores municipales “¡¡esto parece una casa de putas!!”. Ignoro si con ello el edil quería comparar al ayuntamiento con un prostíbulo o por el contrario que las personas que ahí trabajan se ‘prostituyen’. En todo caso creo que los trabajadores municipales no tienen por qué aguantar esta ofensa, porque al contrario que los señores concejales, salvo raras excepciones, trabajan para que el Ayuntamiento funcione. No estaría mal que estos ‘concejalillos’ pensaran de ves en cuando que su ‘puestecillo’ dentro de la función pública no es indefinido y que posiblemente, pasados unos años, dejarán de realizar esta función mientras los trabajadores seguirán ahí.

Desde mi punto de vista, esos dos concejales deberían ser destituidos de su cargo, pues no es de recibo protagonizar un acto insultante y luego pedir perdón (si es que lo hacen), pues el daño ya está hecho. Eso sí, en este caso, y con los problemas que ambos concejales parecen tener con las ‘putas’, yo les recomendaría que, si no lo han hecho aún, visitaran algún burdel, para ver si aprendieran a conocer lo que conlleva el calificativo ‘puta’, si es que verdaderamente lo ignoran.

A mí lo que si me ha quedado claro es que la política, al menos en casos como el que nos ocupa, la ejercen personas que nos están preparadas para realizar una labor pública, más cuando pretenden comprar su entorno profesional con un burdel o en un negocio, donde curiosamente son ellos los que s llevan la mejor tajada. Y claro, los demás, a aguantarse, como siempre.

Álvaro G.D.

Alpedrete