José Conesa, alcalde de Becerril de la Sierra, ha sido exculpado de los presuntos delitos de prevaricación y malversación por los que estaba siendo investigado, así cómo dos interventores que realizaron sus funciones en este Ayuntamiento y la actual tesorera municipal. El juez considera que la causa “carece de fundamentos” y ha sobreseído y archivado el caso.
Aunque el Tribunal de Cuentas, competente en esta materia, ya había investigado esta causa procediendo en un acto dictado el pasado 31 de enero, al archivo de la misma por “resultar de modo manifiesto e inequívoco la inexistencia de supuesto alguno de responsabilidad contable”, el Fiscal Provincial de Medio Ambiente realizó la denuncia contra el Alcalde de Becerril de la Sierra y otras seis personas implicadas, relacionada con una empresa de pinturas que suministraba material al Ayuntamiento de forma regular.
La empresa de pinturas cuenta con un histórico de facturas emitidas al Ayuntamiento, pero lo que ignoraban los investigados, según declaraciones del Alcalde, es que dicha sociedad se había dado de baja en 2010, y había estado emitiendo facturas de forma irregular hasta el año 2013. La denuncia, ahora archivada, ponía de manifiesto esta situación y acusaba a los investigados de malversación de caudales públicos.
El dictamen del titular del Juzgado número 3 de Colmenar Viejo, Moisés Guillamón, considera que “no aparece suficientemente acreditado que se produjera alcance de fondos públicos ni arbitrariedad en el ejercicio de funciones públicas”. Por consiguiente el caso ha quedado archivado sin que se llegara a abrir el proceso oral que estaba previsto para el pasado 1 de marzo, en el que hubiera tenido que declarar el Alcalde de Becerril de la Sierra, José Conesa, tal como informó en su momento El Faro del Guadarrama.
No obstante, el regidor local ha querido dar explicaciones a los medios de comunicación para esclarecer lo ocurrido. Según sus declaraciones, la empresa de pinturas ha sido dada de baja en el año 2010 sin que el Ayuntamiento hubiera tenido conocimiento de este hecho y había seguido suministrando el material y emitiendo facturas que seguían el trámite habitual pagándose siempre mediante transferencia bancaria.
Lo ocurrido tiene que ver con las desavenencias entre un padre fundador de la sociedad de pinturas y su hijo, que dio de baja la empresa, pero el padre siguió suministrando pinturas y emitiendo facturas por esos suministros al Ayuntamiento. Hace un año y medio, el hijo se dirigió al Ayuntamiento porque sospechaba lo que estaba ocurriendo y, según José Conesa “fui yo mismo quien le recomendó que denunciara lo sucedido ante la Guardia Civil”.