Collado Villalba

El Ayuntamiento de Collado Villalba, en precario

Arrastra una deuda de más de 50 millones de euros y el presupuesto para este año, que debe aprobar el Ministerio de Hacienda, asciende a sólo 47.419.802 euros

El Faro | Miércoles 22 de febrero de 2017

El pasado 17 de febrero, el Ejecutivo de Collado Villalba presentó al Consejo Económico y Social, donde están representados los partidos políticos, sindicatos y asociaciones del municipio, el borrador del presupuesto correspondiente al ejercicio de 2017, una propuesta que ahora deberá ser refrendada por el Ministerio de Hacienda para su posterior y definitiva aprobación en sesión plenaria.

Este presupuesto elaborado por la Concejalía de Economía y Hacienda local, asciende a 47.419.802 euros, es decir, cinco millones menos que el del año pasado, cuya cuantía superaba los 52 millones de euros, un 5,25 por ciento más que el del ejercicio de 2014, estando supeditados ambos al Plan de Ajuste 2012-2022 ,que viene a ser como la hoja de ruta para elaborar los presupuestos anuales de un Ayuntamiento que está fuertemente endeudado, consecuencia de la política despilfarradora llevada a cabo por los gobiernos socialistas presididos por José Pablo González Durán, entre los años 1999 y 2011, despilfarro que llegó a acumular una deuda de 120 millones de euros, que en los últimos ejercicios y a base de mucho sacrificio e incómodos recortes ha sido rebajada en más de sesenta millones de euros hasta alcanzar la cifra actual de 57 millones, según datos oficiales facilitados por la propia Concejalía de Hacienda, una cifra que obliga a que los presupuestos sigan supeditados a un Plan de Ajuste controlado por el propio Ministerio de Hacienda. Respecto de la situación de la tesorería municipal, la alcaldesa Mariola Vargas, ha reconocido que “poner al día y sanear las cuentas públicas deja al Ayuntamiento con un estrecho margen de maniobra a la hora de abordar el capítulo de inversiones, de ahí que para el año 2017, hemos optado por presentar unos presupuestos realistas en sus previsiones”.

2016 más de lo mismo

De una forma similar se pronunció la regidora local durante la presentación de los presupuestos del pasado año, calificándolos de “esperanza de futuro” al anunciar que el 80 por ciento de los mismos se dedicarían a “servicios de atención directa al ciudadano, destinando a tal efecto la nada despreciable cantidad de 24 millones de euros, a repartir entre la áreas de Empleo y Comercio, Servicios Sociales, Sanidad, Educación, Deportes, Cultura, Parques y Jardines, Limpieza Viaria, Juventud e Infancia y Participación Ciudadana, además de otros cinco millones que irían a Seguridad y Protección Ciudadana, lo que no ha impedido que en la mayoría de estas áreas se hayan observado importantes carencias.

También se redujo la partida económica de Festejos en un 37 por ciento, pero aumentó considerablemente el importe del contrato de la limpieza de los colegios públicos hasta alcanzar la cifra de 1.100,000 euros; y otro tanto sucedió con la ayuda al deporte base, que se incrementó un 25 por ciento, hasta alcanzar los 125.000 euros anuales.

Pero lo más decepcionante del pasado ejercicio económico fueron los incumplimientos en el apartado de promesas, por parte de la alcaldesa, que sabiendo la situación económica por la que atravesaba la tesorería local, anunció la construcción de un Centro de las Artes y las Letras en la finca Malvaloca, obra presupuestada en ¡cuatro millones de euros! y, también, la construcción de un polideportivo municipal en el Parque de La Coruña, proyecto recogido en el programa electoral de su antecesor en el cargo, Agustín Juárez López de Coca, y cuya ubicación inicial la regidora pretendía cambiar. Aun así de este asunto no se ha vuelto a saber nada.

Para justificar la precariedad económica de las arcas municipales Mariola Vargas ha destacado que “poner al día y sanear las cuentas públicas deja al Ayuntamiento un estrecho margen de maniobra, sobre todo a la hora de hacer inversiones, por eso hemos presentado unos presupuesto para 2017 realista en sus previsiones y que da respuesta a las demandas y necesidades de los villalbinos”, anunciando seguidamente una partida de 18,7 millones, destinada a paliar la demanda generada por las áreas de Comercio y Empleo, Servicios Sociales, Sanidad, Educación, Deporte y Cultura, Parques y Jardines, Limpieza Viaria, Juventud e Infancia y Participación Ciudadana, las mismas del año 2016, e incrementando un 7 por ciento el capítulo de Bienes y Servicios, convirtiéndose así en la cifra más alta destinada en los últimos años a la mejora de los servicios municipales y a garantizar la seguridad y protección de los ciudadanos (8,6 millones), que contempla además una partida económica de 300.000 euros, que serán destinados a la mejora de la accesibilidad a la Casa de la Cultura (propuesta que también fue incluida en el ejercicio de 2016, siendo incumplida por el actual equipo de gobierno).

Quedan al margen de estas partidas económicas, los dineros correspondientes a las obras que serán financiadas por el Programa de Inversión Regional de la Comunidad de Madrid (antiguo PRISMA), cuya partida económica asciende a 1,7 millones de euros sin que, al menos de momento, su destino no parece estar totalmente definido.

De aquellos polvos...

La herencia dejada por los gobiernos socialista tras una larga década al frente del Ayuntamiento villalbino, donde manejaron presupuestos supermillonarios: 69.3 millones en 2008; 64.7 en 2009, 67.3 en 2010 y 60.1 en 2011, es decir, 20 millones anuales más por año que los utilizados por el Partido Popular que, en su primer partida presupuestaria elaborada siete meses después de ganar las elecciones en 2011, aprobó un presupuesto anual de 49 millones; en 2013 fue 48 y en 2014 de 49. El despilfarro de los desgobiernos socialistas habían generado se había convertido en una pesada losa económica para este municipio (su importe llego a superar los 120 millones de euros, que cinco años más tarde y tras muchos sacrificios se ha ido reduciendo hasta los 57 millones actuales, un déficit que se gestó principalmente en la obra ‘faraónica‘ e innecesaria del túnel-parking de Honorio Lozano-Batalla de Bailén, un gasto innecesario, como se ha podido comprobar en el transcurso de los años y que venía a poner en evidencia una forma de gobernar totalmente irresponsable, basaba en gastar a manos llenas el dinero de los villalbinos, haciéndolo sin ningún tipo de pudor en publicidad y propaganda, fiestas taurinas, macrofestivales millonarios, en mantener cargos de confianza innecesarios, coches oficiales, fiestas privadas, teléfonos móviles de alta gama, viajes, todo un despilfarro”. El ex alcalde popular, Agustín Juárez, que fue quien recibió la ‘herencia’ de esta impresionante deuda, pocos meses antes de llegar a la alcaldía declaraba: “El dinero lo han despilfarrado en todas las áreas y, sobre todo, en la contratación y control (mejor descontrol), de las obras públicas, incluida, sobre todo la del túnel, y en las que en ningún caso el presupuesto inicial ha coincidido con el real, con un sobrecoste medio en cada una de estas obras, de más del 20 por ciento, a lo que debemos añadir los agasajos del alcalde a sus compañeros del PSOE de Ferraz, incluidos los particulares asesores del alcalde, generosamente gratificados, que ni siquiera aparecían por el Ayuntamiento, algo que José Pablo González intentó justificar diciendo que su ‘asesoramiento era verbal’. También en ese despilfarro hay que incluir los regalos y cestas navideñas, los costes de las etapas de la Vuelta Ciclista a España con final en esta ciudad, los festivales ‘Viajazz’, con costes superiores a un millón de euros, etc. etc. etc.”.

En todo este derroche está el origen de la quiebra económica de la ‘capital’ de la Sierra’, que ahora están pagando sus más de 60.000 habitantes al sufrir la carencia de unos servicios públicos, cada vez más exiguos, lo que provoca un preocupante deterioro en las infraestructuras de un municipio que en la época dorada de la construcción sus arcas municipales recaudaban ingentes cantidades de dinero que, luego sería dilapidado en obras caprichosas e innecesarias y en gastos desproporcionados

Esos son precisamente los ‘lodos’ que nos ha dejado una década de desgobiernos socialistas. Pero lo más grave es que a día de hoy, los causantes de arruinar la hacienda local no sólo no lo reconocen sino que, además, siguen sin pedir perdón por tantos atropellos.