Opinión

Pedro Antonio de Alarcón y la Biblioteca sanlorentina

Por: José Ruiz Guirado

El Faro | Miércoles 14 de diciembre de 2016
PEDRO Antonio Joaquín Melitón de Alarcón y Ariza nacería un 10 de marzo de 1833 en la granadina Guadix. Dicen en sus biografías que su familia provenía de hidalgos, era más bien humilde; aunque pidiera estudiar Derecho en la Universidad de Granada, carrera que abandonaría para iniciarse en la eclesiástica, en la que correría la misma suerte, para en 1853 marcharse a Cádiz y fundar “El eco de Occidente”, iniciando su carrera periodística en la dirección del periódico. Abandonaría Andalucía en 1854, instalándose en Madrid, donde crearía el periódico satírico “El Látigo”. Soldado y periodista en la Guerra de África. Integrante de la Unión Liberal sería consejero de estado con Alfonso XII; diputado, senador en Noruega y Suecia, y Académico de la Real Academia de la Lengua, en 1877. En 1865 había contraído matrimonio en Granada, con Paulina Contreras Rodríguez, de cuyo matrimonio nacieron cinco hijos: dos varones y tres mujeres. Los varones fallecieron en Madrid, al igual que dos de las hijas. Sobrevivió Carmen de Alarcón Contreras, que se casaría con Miguel Valentín Gamazo, de cuyo matrimonio nacieron María del Carmen, María del Pilar y Miguel Valentín de Alarcón. Entre sus obras, destacan: “El final de Norma (1855), “El sombrero de tres picos (1874), “El escándalo (1875), El niño de la Bola (1880), “El capitán veneno” (1881), “La pródiga (1881). Quizá por críticas como ésta: Literato, vale mucho; folletinista, algo menos; político, casi nada; y autor dramático, cero, de Manuel del Palacio, se condenaría al silencio. Tras esta sucinta biografía, obligada; siguiendo el hilo de la biografía, Alarcón se traslada a San Lorenzo del Escorial, todos los hijos están enfermos. El más pequeño, en peligro de muerte. Confía que el puro aire serrano pudiera devolverle la pérdida de salud; sin embargo, fallece. Alquila una casa cercana al cementerio donde se le dio sepultura y allí permanece todo el verano. Sigue escribiendo su obra “El escándalo”", varias veces interrumpida. Se acuesta al oscurecer, levantándose a la una de la madrugada para ponerse a escribir. Como les pasaba a los Quintero, el silencio escurialense es hondo, solo interrumpido por las campanas del Monasterio que dicen las horas. Al llegar el día pleno en San Lorenzo, deja de escribir. El primero de julio de 1875, “El escándalo”, ya está en todos las librerías madrileñas. Fallecería el 19 de julio de 1891. En las crónicas escurialenses, el día 15 de octubre de 1916, con motivo de la declaración del “Día Alarconiano”; el M.I. Ayuntamiento, organizaría un homenaje al escritor, honrándole, con nombrar a la calle donde vivió en su estancia en la localidad con su nombre; en la que se instaló una placa (obra de Aurelio Carretero, y proyecto del arquitecto Luis María Cabello la Piedra). De igual manera, fue creada la primera biblioteca municipal, que llevaría su nombre, en los bajos del Ayuntamiento. En el Boletín Oficial de la Provincia de Madrid (Año 1928, lunes 19 de marzo. Nº67), en la sesión del 12 de marzo del mismo año, aparece esta nota en el número 56, de lo publicado: “Estimar la solicitud del Diputado Corporativo, D. Juan Pablo Santos, en el sentido de conceder un auxilio de 500 pesetas a la Biblioteca Alarconiana de San Lorenzo del Escorial, auxilio que necesariamente deberá ser invertido en adquisición de libros para esta Biblioteca, satisfaciendo este gasto con cargo al Capítulo X, artículo 9º del presupuesto actual”. En el año de 1956, debido al mal estado de ruina que se encontraba el edificio del Ayuntamiento, es derribado, desapareciendo la Biblioteca. Casi medio siglos después, el 23 de noviembre de 2001, sería restituida la antigua biblioteca (1916-1956) instalada ahora, en el edificio de lo que fue el Matadero Municipal, convertido en Escuela de Música y Biblioteca; inaugurado por el Presidente de la Comunidad de Madrid y el Alcalde del Real Sitio de San Lorenzo del Escorial, con el nombre de Pedro Antonio de Alarcón.