Curro Díaz (a la izquierda, toreando al natural), salió por la Puerta Grande (Foto: www. .las-ventas.com)
El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
La corrida del día de la Comunidad, miércoles 2 de mayo, con el hierro de Victorino Martín, fue una verdadera decepción. El encierro del ganadero de Galapagar no tuvo el habitual tipo de la casa, ni tampoco las grandes virtudes de las que siempre han hecho gala los toros del mítico hierro. Les faltó casta, pelear de verdad en el caballo y humillación y bravura. Un lote muy vulgar y con muchos problemas que no convenció a nadie, y seguro que menos a su criador.
Del sexteto podemos salvar al primero, que humilló aunque se acabó muy pronto, y el sexto, que debió ser aprovechado de otra manera por César Jiménez
A la grisura de los “victorinos” se unió un plomizo cielo encapotado y una lluvia intermitente que deslució aún más el festejo. La plaza no se llenó al completo porque la tarde no invitaba a sentarse en el duro y frío granito de Las Ventas.
Uceda Leal estuvo francamente bien con su primero. Le recibió muy bien de capa y trató de tirar con temple, frente a las embestidas de un toro encastado que acabó arrebañando y buscando las zapatillas. Tras una buena estocada, fue ovacionado. El cuarto fue todo un regalito y con él Uceda lo intentó sin lucimiento.
López Chaves tuvo que plantar batalla a un lote con olor a cloroformo. Su primero fue descastado e insulso y el de Salamanca estuvo más tiempo delante de lo que el toro mereció. El quinto, alto y ofensivo, fue manso en varas y sacó muy malas ideas en el último tercio. Chaves, con mucha firmeza y gallardía, le robó algunos muletazos casi inverosímiles, ya que el “victorino” buscaba con saña los muslos del torero. Como mató de varios pinchazos, debió conformarse con una ovación.
César Jiménez dejó una pobre imagen la primera vez que se enfrentaba a estos toros. Estuvo muy espeso y sin convencer a nadie con el que hizo tercero. Un animal noble y soso con el que Jiménez debió de poner más fibra y arrojo.
El sexto tuvo 20 arrancadas, suficientes para cortarle una oreja. El animal no regalaba las embestidas, pero haciéndole las cosas bien, mandando, sometiendo y sobre todo apostando, el de Victorino Martín respondía. César Jiménez no apostó nunca y se le vio demasiado precavido. El público se percató del toro y chilló al espada madrileño. Muy cuesta arriba se le pone a este torero la temporada después de esta actuación, su paso en blanco por Sevilla y sin estar anunciado en Valencia.
Gran actuación de Curro Díaz
Si eso sucedió el miércoles, el domingo 29 de abril, en la primera de la feria de la Comunidad, se vivió una gran tarde de toros con una hermosa faena a cargo de Curro Díaz.
La corrida, con el hierro de Los Recitales, colaboró con los toreros y hubo tres toros con posibilidades para los espadas. Curro Díaz desorejó al cuarto. Un animal pronto, fijo, noble y repetidor al que el diestro le realizó un hermoso trasteo hermoso. Curro torea como casi nadie del escalafón de matadores. Sin embargo, lo hace poco porque el sistema está montado así, y muchos cantamañanas quitan puestos por no dar un pase y los malos empresarios porque no tienen visión de futuro. El de Linares estuvo soberbio e inspirado. Hubo tres tandas de naturales macizas y con un trazo y un empaque sublime. Resulta complicado contar en pocas palabras lo bien que este espada interpretó el toreo. Tras una estocada arriba, el público aupó y ayudó al torero, porque este tipo de diestros tan exquisitos ya no existen. Pero las dos orejas conseguidas eran merecidas. Que nadie piense lo contrario. Curro Díaz ya es torero de Madrid por la gracia de su arte.
Antes de esta cuajar esta obra para el recuerdo, ya había estado muy firme y asentado con un animal incierto y áspero al que destronó de un soberano volapié que le valió una ovación.
“Serranito” confirmó su alternativa con un toro muy noble y boyante, pero al que le faltó un punto de fuerza. La labor del torero fue muy limpia, ligada y si no atacó más a su oponente fue para que no se gastara. De no marrar con la espada hubiera podido tocar pelo. Al sexto le hilvanó un trasteo de largo metraje, intercalándose buenos momentos al final de la faena con otros de menor acople.
A Fernando Cruz le fue esquiva la suerte. Su primero debió ser devuelto por inválido y con el quinto no encontró la tecla del lucimiento. El animal era agradecido cuando se le bajaba la mano, cosa que no siempre acertó a hacer el espada de Chamberí.
Dos corridas de toros
Como aperitivo a la Feria de San Isidro, que dará comienzo el próximo jueves 10 de mayo, este fin de semana se celebran en Las Ventas dos corridas. El sábado 5, se lidiarán toros de Carmen Borrero para Pepín Liria, Francisco Marco y el azteca José Luis Angelino, que confirmará su alternativa. El domingo 6 saltaran al ruedo seis astados de Toros de Cortés (segundo hierro de Victoriano del Río, formado con vacas y sementales de Los Bayones, para Víctor Puerto, Eugenio de Mora y Torres Jerez, que seguramente puntúe a poco que le ayude el ganado porque tiene cualidades y torea muy bien. Estos festejos comenzarán a las siete de la tarde.