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Pánico a los árbitros

El CUC Villalba se queja de los arbitrajes de sus últimos tres partidos (Foto: EL FARO)

El CUC Villalba visita al Pinto tras padecer tres nefastos arbitrajes ante Puerta Bonita, Atlético C y Rayo Vallecano

JAIME FRESNO | Miércoles 22 de octubre de 2014
Villanueva de Felipe ha tenido dos arbitrajes memorables en Collado Villalba: en el primero, ante el Navalcarnero, dejó al Villalba con nueve y lo abocó a defender en precario un 2-1 favorable durante una larguísima media hora. El equipo aguantó la victoria como pudo; en el segundo, el domingo pasado ante el Rayo Vallecano B (0-0), enseñó antes de cumplirse media hora de juego dos rigurosas tarjetas a los medios centros amarillos, Oliva e Iván Pérez, y en la segunda parte remató con la expulsión del primero, secundado por un juez de línea que hizo la vista gorda en tres clarísimos fueras de juego del ataque rayista. La bronca final fue calcada a la de dos semanas atrás ante el Puerta Bonita, cuando Piña García se tragó un claro penalti por mano favorable a los serranos. Además, las quejas se extienden a lo sucedido en el Cerro del Espino ante el Atlético C, cuando el Villalba se quedó con nueve casi toda la segunda parte y a Corbella le anularon el gol del 1-2 en posición legal. “Nos están haciendo mucho daño”, dice Javier de Lucas. Pese al tremendo enfado, el club no elevará una queja oficial a la Federación, “porque eso podría ser peor”, razona el técnico. A cuatro jornadas del final, el Villalba llega a la caldera del Amelia del Castillo -800 espectadores de media cada domingo- para vérselas con un Atlético Pinto que se juega el play-off. Y, claro, el miedo a los árbitros es inevitable. Por lo pronto, el Villalba acude con la factura de Villanueva de Felipe, es decir, sin los sancionados Oliva, por su doble amarilla, y sin Galán, David Alonso y Comenge, por cinco tarjetas. De modo que Javier de Lucas, obligado también por la grave lesión de Calvo, volverá a confiar en el canterano Raúl para coser el doble pivote junto a Iván Pérez. Pese a todos los inconvenientes, el Villalba llega a Pinto con Rodri de nuevo titular, tras más de un mes de baja, y con la moral de cinco jornadas sin perder. La idea es sorprender a base de velocidad a un equipo que De Lucas califica como “lento”. “Jugaremos a la contra con un 4-2-3-1 y veremos qué pasa, porque fuera de casa el equipo está bien. Hay mucho que ganar y poco que perder”, concluye. Con 42 puntos, el Villalba maneja uno de margen respecto al Coslada, el equipo que marca la salvación, y próximo rival en el Municipal. Ganar en Pinto sería asestar quizá el golpe de mano definitivo a una salvación que, sobre el papel, pasa más por los dos partidos seguidos en casa, ante Coslada y Parla, que ante un Pinto con pesos pesados como Luis Fernández, Roa, Moris o Kanguro. La drmática batalla, el domingo a las 11 y media.