OPINION
Po: JJ.Piensos
El Faro | Domingo 02 de octubre de 2016
Después de 16 años de mayorías absolutas, con tres gobiernos socialistas (1999-2011) y uno del PP, (2111-2015), gobernando a golpe de rodillo, sobre todo en las tres legislaturas de gobiernos presididos por José Pablo González Durán (PSOE), la situación ha cambiado tanto que el actual Ejecutivo popular, presidido por Mariola Vargas, se ve obligado a hacer encaje de bolillos para sacar adelante sus propuestas y eso, pese a Ciudadanos, una ‘bisagra’ que a veces cede y abre la puerta al pacto y otras no, como el pasado viernes, donde el grupo ‘naranja’ dejó a ‘los pies de los caballos’ a la regidora villalbina, aunque su portavoz, Julio Henche, tras dar su sí a la citada reprobación, se ha apresurado a dejar claro que el voto de su grupo municipal, en caso de una moción de censura, no sería el mismo porque, entre otras cosas, ni ve motivo para ello, ni tampoco alternativa de gobierno a PP.
Aún así, lo cierto es que los resultados electorales de 24 de mayo de 2015, han querido que el partido más votado no tenga mayoría absoluta y que el PP, sobre todo tras el paso al grupo de no adscritos del concejal Alberto Sánchez, se tenga que ‘ganar la vida’ a la hora de sacar adelante los puntos plenarios. La oposición, poco a poco, ha empezado a tomar el mando (ahí está la reprobación del jueves al Gobierno), aunque para ello hayan necesitado los votos de Ciudadanos. La alcaldesa sigue siendo decisiva en temas estratégicos, pero teóricamente son los partidos de la oposición los que ‘tienen la sartén por el mango’ de la mayoría y marcan el rumbo y los tiempos. Para bien y para mal.
El nuevo panorama político ha puesto patas arriba algunos asuntos-problemas municipales pero no ha terminado por darles solución, al menos hasta ahora. Así sucede con los presupuestos del Ayuntamiento, dos años prorrogados y aún empantanados; con el imprescindible contrato de limpieza viaria y recogida de residuos urbanos, incomprensiblemente prorrogado en los dos últimos ejercicios, con la implantación de la ORA... Y es que el esperado acuerdo de legislatura entre PP y Ciudadanos se ha quedado en un simple amago, porque nadie confía en nadie y porque Albert Rivera, que es el que corta el bacalao, no quiere comprometerse con nadie. Y así seguirá, pese a las reivindicaciones hechas en la última sesión plenaria por concejal popular, Adan Martínez ,pidiendo el ‘matrimonio’ PP-Cs desde el atril del salón de plenos. Por tanto a todos, incluidos la Alcaldesa, les corresponde asumir más trabajo, porque son menos, aunque cuenten con cargos de confianza que teóricamente les pueden allanar el camino.
Los socialistas, Juan José Morales y Carlos López, es posible que tras la dimisión el pasado sábado de Pedro Sánchez, opten por levantar el pie del acelerador de su deseada ‘moción de censura’, dando con ello una bocanada de tranquilidad a la alcaldesa Mariola Vargas, sobre todo al ser conscientes que el cambio de liderazgo en Ferraz, en el PSM y en la propia agrupación local puede dejarles en fuera de juego cuando se celebren las elecciones locales y regionales de su partido y se limitarán a ‘lidiar’ como mejor puedan los dos años y medio que les queda de legislatura, que no es poco.
Tampoco la coalición entre ..... e IU parece estar para tirar muchos cohetes, sobre todo por parte de Izquierda Unida, que pese al pacto firmado por Iglesias y Garzón, amigos de juventud, que algunos dicen pueden abocarles a la desaparición no, ninguno parece fiarse mucho de su socio. Y harán bien, más si recuerdan el dicho aquel de “cuando las barbas de tu vecino veas pelar...”