El Faro | Miércoles 21 de septiembre de 2016
Agentes de La Guardia Civil con destino en el Puesto Principal de San Lorenzo de El Escorial, en el marco de la Operación “Malabrazo”, han logrado la desmantelación de un grupo de cinco personas especializado en la técnica del “ abrazo” que actuaba en varias localidades de la sierra noroeste de la Comunidad de Madrid, Ávila y Segovia.
La investigación tenía su inicio a principios del mes de agosto, cuando Agentes del Puesto de San Lorenzo de El Escorial detectaron un incremento de denuncias en la zona con similar modus operandi, consistente en la conocida técnica “ el abrazo”.
Este método consiste en la sustracción de joyas que portan las víctimas en una falsa muestra de aprecio, agradecimiento o ofrecimiento sexual, no dudando en emplear la violencia si fuera necesario.
Gracias al desarrollo de la investigación se pudo saber que era un grupo delincuencial muy activo que actuaba principalmente en municipios pequeños y que elegían como víctimas a personas especialmente vulnerables por su edad.
Los varones del grupo proporcionaban seguridad, seleccionaban a las posibles víctimas, normalmente a las puertas de las iglesias utilizando la coartada de la mendicidad y trasladaban a las ejecutoras materiales de los robos (mujeres) por los distintos municipios para a continuación las dos mujeres culminar con la sustracción de joyas, no dudando en emplear la violencia si oponían resistencia.
Tras lograr identificar a una de las mujeres afincada en la localidad madrileña de Cenicientos se llegó hasta la totalidad de las personas que formaban el grupo, procediendo la semana pasada la detención de todos ellos en sus domicilios de San Martín de Valdeiglesias y Pelayos de la Presa.
Los encartados son tres hombres y dos mujeres de origen rumano, con edades comprendidas entre los 17 y los 61 años de edad y a quienes por estos hechos se les imputan un total 34 delitos de robos con violencia y hurto de joyas. Tras pasar a disposición de la autoridad judicial competente, decretó el ingreso en prisión de todos los detenidos.
Se estima que el valor económico de las joyas sustraídas pudiera superar los doscientos mil euros, a parte del incalculable valor sentimental que representaban para algunas de las víctimas las joyas sustraídas.