El Faro | Miércoles 07 de septiembre de 2016
Cirujanos del Hospital General de Villalba, integrado en la red sanitaria pública de la Comunidad de Madrid, han participado en un estudio internacional que ha demostrado por primera vez en un amplio número de pacientes la efectividad de la terapia celular para el tratamiento de las fístulas en la enfermedad de Crohn.
El estudio, publicado recientemente por la revista The Lancet, concluye que este tratamiento ha demostrado que, en un 50% de los pacientes, se logra la curación completa de las lesiones, incluso en casos de fracaso previo de todas las alternativas terapéuticas disponibles. De esta manera se evita que tengan que pasar por quirófano.
El doctor Damián García-Olmo, jefe del Departamento de Cirugía del Hospital General de Villalba, ha sido el encargado de establecer el protocolo quirúrgico del trabajo, en el que también ha participado el doctor Héctor Guadalajara, jefe de Servicio de Cirugía General y Digestiva del mismo hospital. Se trata del primer estudio de fase III en el mundo que prueba una terapia celular para las fístulas de la enfermedad de Crohn. El investigador principal del estudio ha sido el doctor Julià Panés, jefe del Servicio de Gastroenterología del Hospital Clínic de Barcelona.
El Crohn es una enfermedad que afecta a dos de cada 1.000 personas. Una de las complicaciones de esta patología que más afecta a la calidad de vida de los pacientes es la aparición de fístulas en el recto y de abscesos perianales. Se dan en algún momento del curso de la enfermedad en un 40% de los pacientes. Los tratamientos farmacológicos existentes son eficaces para tratar esta complicación en un 50% de los casos. Para el otro 50%, hasta ahora, la única opción era la cirugía, que puede suponer para algunos pacientes la resección definitiva del recto.
En el artículo que publica la revista The Lancet se ha probado con éxito un tratamiento con células madre mesenquimales que se obtienen a partir del tejido adiposo (grasa). El tratamiento consiste en una única aplicación local en la que se inyectan las células directamente en el trayecto de las fístulas. En el estudio, multicéntrico y de fase III, han participado 212 pacientes, a la mitad de los cuales se les administró el nuevo tratamiento y, a la otra mitad, placebo. Los resultados demuestran que, con una sola inyección, hay una mejora significativa con respecto al cierre de las fístulas y un mayor porcentaje de pacientes curan esta complicación, evitando así el quirófano. En concreto, un 60% de los pacientes responden al tratamiento, y el 50% logran la curación completa.
Según el doctor García Olmo, esta nueva terapia, pionera a escala mundial, “abre un nuevo escenario para estos pacientes, que sometiéndose a una única inyección de células madre procedentes de la grasa verán mejorar notablemente las fístulas, una complicación para la que hasta ahora el único recurso era la cirugía”.
Asimismo, el doctor García Olmo destaca que la gran ventaja de este procedimiento es que, “a diferencia de los abordajes clásicos, no altera el mecanismo esfinteriano, por lo que no produce incontinencia fecal, lo que supone a su vez un gran mejora en la calidad de vida de los pacientes”.
En el estudio ha participado un equipo multidisciplinar compuesto por más de 80 gastroenterólogos y cirujanos digestivos de 49 hospitales, 14 de ellos españoles, de siete países europeos más Israel.