El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
Después de un invierno calentito y donde la Fiesta ha sido atacada desde diversos frentes, este comienzo de temporada está siendo espectacular y este espectáculo late con más fuerza que nunca. Estamos viviendo un momento dulce y aunque nos falta lo que dé de sí la Feria de San Isidro, en Sevilla estos días se está viviendo una gran Feria de Abril, donde las cosas están rodando de una forma inmejorable. La afición de la ciudad hispalense está disfrutando de una feria histórica y con la grandeza que supone estar siendo vista por toda España a través de la televisión.
Pero voy a hablar someramente de Sevilla y de las grandes actuaciones que han tenido lugar. La Feria de Abril está siendo el reflejo de que estamos atravesando un gran momento con toreros muy importantes y con una nómina de ganaderías de primera fila que están embistiendo. Y a todo esto hay que sumar el regreso de José Tomás en Barcelona.
En Sevilla cinco nombres están marcando la feria por encima del resto. Talavante, “El Cid”, Castella, Morante y Manzanares. El primero es la novedad, ha subido su cotización en la bolsa taurina como la espuma y ha firmado un comienzo de temporada espectacular. Ha abierto las puertas grandes de Madrid, (Domingo de Resurrección) y Valencia, y ha descerrajado la Puerta del Príncipe en Sevilla en su segunda tarde. Tiene personalidad, valor, temple y si sigue en la misma línea va a mandar en esto. Perdió dos orejas su primera tarde tras hacer un monumento al toreo al natural.
“El Cid” es otro de los nombres propios. Sus adversarios se tienen que callar porque este toreo es de los más puros que hay. Cortó dos orejas de ley a un toro extraordinario de Victorino y entendió como ninguno a otro encastado y de gran fondo, saliendo por la Puerta del Príncipe. Morante sorprendió. Aparcó su filigrana habitual para después de recibir una bronca dar la vuelta a la tortilla y cortar dos orejas tras una faena genial, gallarda y con raza de torero. Un artista que se fue a portagayola y tuvo una actuación pletórica. A este Morante quiero ver yo más veces. Manzanares trazó una faena marca de la casa que le valió dos orejas. Castella se mostró a un gran nivel y se llevó una. Todavía no ha dicho su última palabra.