Collado Villalba

Los aullidos de Lobo Cojo

INTERINO

El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
“La apresurada apertura al tráfico de Batalla de Bailén me ha permitido presenciar últimamente algunos episodios en los que he comprobado que la paciencia de los villalbinos está a prueba de bombas, dice Lobo Cojo. Y si no, díganme cómo es posible aceptar sin poner mala cara o soltar un taco que en una ciudad cuya plantilla policial ronda el centenar de efectivos, a uno de ellos (será la excepción) no se le ocurra mejor idea que pedir a uno de los obreros que trabajan en la obras del túnel que le ayude a regular el tráfico. Y eso lo pudieron comprobar el pasado miércoles, por la mañana, muchos de los conductores que, tras soportar un tremendo atasco en esta vía, conseguían llegar a la altura del semáforo situado en las inmediaciones de la calle Real, viendo cómo un policía intentaba acelerar el paso de vehículos con la ayuda de un obrero (casco blanco y chaleco amarillo) que, situado junto al paso de peatones, procuraba repetir las instrucciones del agente. A todo esto, el semáforo seguía a su bola (rojo, verde, muñequito encendido, muñequito apagado...), situación que como era de esperar terminó por provocar el caos entre conductores y peatones, al plantearse la duda sobre si obedecer al guardia (así lo dice el código de circulación, pero me temo que muchos lo desconocen), al obrero o al semáforo. Al final, supongo, el contencioso se superó como suele ocurrir casi siempre: con la buena voluntad de los vecinos y la ayuda divina. Amén”