El Faro | Lunes 11 de julio de 2016
La Concejalía de Medio Ambiente del Ayuntamiento de El Escorial ha informado a través de su responsable Ignacio Belaunde acerca de los datos de reciclaje de ropa usada durante el primer trimestre del año 2106, en el cual se han obtenido unos excelentes resultados al haberse producido un incremento superior al 52,36% sobre la recogida con respecto al mismo trimestre del año 2016.
“Estos magníficos resultados son en gran medida gracias a la solidaridad de los vecinos escurialenses, a su compromiso con la sostenibilidad y su concienciación en materia de reciclaje”, comenta Belaunde “a lo que hay que añadir los esfuerzos que por su parte hacen la Administración y la propia empresa encargada en la gestión del residuo textil”. Otro de los aspectos que se señalan desde la Concejalía probablemente es también el aumento en la confianza en la economía y un mayor consumo que pudiera estar invitando a renovar con mayor intensidad la ropa de temporada y, por ende, el reciclaje de aquella que cae en desuso. “En todo caso creemos que la combinación de todos estos factores da como fruto los resultados que hoy podemos presentar”, concluye Belaunde.
Desde el punto de vista operativo, el municipio, en sus distintos ámbitos, cuenta con 12 contenedores homologados que en los primeros tres meses del ejercicio 2016 han recogido casi 10 toneladas (9.798 kg., frente a los 6.431 kg. del mismo periodo de 2015) de ropa y calzado, cuyo reciclaje ha supuesto, además, evitar la emisión a la atmósfera de más de 35 toneladas de CO2.
Todo este material es recogido y gestionado por la Fundación Pueblo para Pueblo, quien por convenio con el Ayuntamiento, a través del Área de Servicios Sociales, revierte sobre los vecinos más necesitados su labor de recogida ya que les entrega cheques que pueden ser canjeados por ropa en las instalaciones que esta fundación tiene en Madrid.
El reciclaje textil contribuye a la protección del medio ambiente al reducir en parte los residuos generados por la ciudadanía, otorgando una segunda vida a una ropa que de otra manera iría a parar al vertedero para su incineración.