Tras la pérdida de más de un millón de votos el pasado domingo
El Faro | Martes 28 de junio de 2016
El ‘sorpasso’ al final quedó en ‘tortazo’. Así analizaba un militante de Izquierda Unida de San Lorenzo el resultado obtenido por Unidos Podemos en la elecciones generales celebradas el 26-J, donde buscaban fulminar al PSOE en las urnas (85 diputados) y se encontraron con un rotundo fracaso electoral que les deja donde estaban (71 diputados). El batacazo de la coalición no solo lo es porque sus expectativas de hacer historia quedan amargamente tiradas por los suelos, sino porque el recuento sentenció que la alianza electoral entre Podemos-IU y otras fuerzas progresistas ha terminado en un tormentoso y doloroso fiasco. Las caras de abatimiento de Iglesias y Garzón en la noche del pasado domingo eran elocuentes.
Las reacciones no se han dejado esperar y así, El Periódico (27-06-2016), decía al respecto: “Los errejonistas, indignados, afirman que nunca les gustó la alianza con IU. Y en un canal de ‘Telegram’, plantean que cuando la misma noche electoral, Iglesias aseguró que la coalición con Alberto Garzón continuaría a pesar del mal resultado, actuó de forma ‘precipitada’. Creen los errejonistas que el matrimonio con Izquierda Unida es ‘un lastre’ y que les ha dañado la identificación con un bloque de izquierdas ‘caduco’ al que acusan de egocentrismo”
Pero si a nivel nacional ocurre esto, en la Comunidad de Madrid las críticas vertidas hacia los promotores de esta coalición son más ácidas. Por ejemplo, el sector de IU de Madrid que fundó ‘Convergencia de la Izquierda’ considera que los resultados del domingo evidencian que buena parte del electorado de Izquierda Unida no ha querido apoyar a Podemos. “La bajada de más de un millón de votos demuestra las contradicciones de la coalición y que los militantes no han seguido el ‘viaje de Garzón a Unidos Podemos, dijo Ramón Sánchez Urrea, ex diputado y portavoz de Convergencia por la Izquierda, añadiendo: “Eso unido a lo que ven como una amalgama de nacionalismo y populismo que ha fijado equivocadamente al PSOE como enemigo a batir, no le ha gustado a mucha gente”.
La ex diputada de Izquierda Unida, Raquel López, que se siente indignada con los resultados del 26-J, añadió: “Desde el principio advertí que era un error. Ha habido gente que no ha votado porque no se han visto identificados con un discurso socialdemócrata. Alberto Garzón alguna responsabilidad tendrá en esto. Nuestra formación está casi liquidada por su obsesión de unirnos a Podemos”
Tampoco se mordió la lengua la ex diputada regional de IU, Libertad Martínez que, también, afirmó: “Lo hemos anunciado y así ha salido. Alberto Garzón ha garantizado su nómina disolviendo la organización”. Y añadió: “Cuando IU no tiene perfil propio, nuestros compañeros no votan. Los votos se han ido a la abstención o al PSOE”.
“Unidos Podemos y otros enfados con el matrimonio”
Bajo ese título, el pasado 11 de Junio, a solo diecinueve días de la nueva cita con las elecciones generales, Tomás Alberich, concejal de IU durante varias legislaturas en el Ayuntamiento de Collado Villalba, escribía un amplio artículo sobre los pros y los contras de este ‘matrimonio’. Les ofrecemos algunos párrafos del mismo: “Unidos Podemos, como cualquier otro matrimonio de conveniencia, puede salir mal o bien. Pero es que todos lo son: matrimonios de conciencia por motivos económicos, legales, emotivos o sentimentales...es decir, oficializar el amor ¿no es una conveniencia?. El pacto de Podemos con IU y todos los demás puede ser un paso para la unión duradera o desaparecer el próximo 27 de junio. Dependerá mucho del resultado. Unos querrán que el matrimonio dure, se amplíe y tenga descendencia, y otros solicitarán el divorcio el mismo día 26 por la noche”.
“Los miedos a la futura absorción, como el miedo es libre. Pero lo importante en política, como en todo, y más en un mundo tan rápidamente cambiante, es el sí y ahora. Después de las elecciones ya verán las organizaciones lo que hacen. Mostrar miedo a desaparecer por una unión temporal es solo señalar la inseguridad en sí mismo”.
Alberich pone así el punto y final al citado artículo: “Podemos ha nacido como un grupo liderado por Pablo Iglesias junto a Izquierda Anticapitalista y se ha desarrollado sumando a gente que venía de IU y de otras organizaciones políticas y sociales. Ahí tal vez está el miedo: la inseguridad propia de pensar que si un miembro de Izquierda Unida ahora está en Podemos ¿no nos ocurrirá a todos igual?. Tanto como pensar que el aprendiz de brujo pueda absorber la mente a la mayoría y que el triunfador será el sistema de poder de siempre. Una visión pesimista de la realidad”.