El Faro | Sábado 07 de mayo de 2016
El Cuerpo de Bomberos de la Comunidad de Madrid renueva su flota de vehículos con la incorporación de 22 nuevas autobombas forestales pesadas, que ya ha recibido la Consejería de Presidencia, Justicia y
Portavocía del Gobierno. Estos vehículos se distribuirán entre los parques de bomberos de zonas con mayor masa forestal y formarán parte del plan INFOMA contra incendios forestales.
En concreto, está previsto que seis de los nuevos vehículos se destinen a los parques en Lozoyuela, Navacerrada, Collado Villalba, El Escorial, San Martín de Valdeiglesias y Aldea del Fresno y que el resto se incorporen a los retenes de las campañas del plan INFOMA. Parte de la plantilla del Cuerpo de Bomberos ya ha recibido una formación especial para el manejo de estas autobombas.
Los vehículos se han contratado en régimen de renting por ocho años, con una inversión total de 7,5 milliones de euros, incluidos la instalación de todos los materiales y equipos, el mantenimiento integral y el seguro de responsabilidad civil.
Las 22 nuevas autobombas incorporan las últimas tecnologías de emergencia y han sido desarrolladas según las directrices de los especialistas del Cuerpo de Bomberos. Sustituirán a 20 vehículos que se adquirieron en 2007 y, por sus características todoterreno, se utilizarán como vehículos de primera salida para ataque directo al fuego en el ámbito forestal.
Los chasis de los nuevos camiones están homologados para funciones de extinción en conducción todoterreno. Los vehículos cuentan con un motor diésel de 280 caballos de potencia, que respeta la norma EURO 6 de emisión de gases contaminantes. Con un peso de 14 toneladas, tienen capacidad para transportar hasta 3.100 litros de agua (500 para autoprotección) y disponen de un depósito de espumógeno de 50 litros. Asimismo, están equipados con una bomba centrífuga y un sistema de dosificación electrónica del espumógeno para mejorar la capacidad de extinción del agua.
Las principales mejoras técnicas que incorporan los nuevos vehículos se centran en el apartado de la seguridad. Así, las cinco plazas de la cabina disponen de reposacabezas, cinturones de tres puntos y equipo de respiración autónomo, además de una máscara para una posible sexta persona que tuviera que refugiarse en el vehículo.
La cabina cuenta también con un arco anticolapso que impide la deformación del habitáculo en caso de accidente, así como con un sistema de autoprotección para los bajos, los neumáticos, los vidrios y las canalizaciones críticas de los sistemas de aire, eléctrico y del combustible.