Los aullidos de Lobo Cojo

“Julio Henche optó por renunciar a su condición de candidato a la Alcaldía un minuto antes de que la Ejecutiva del PP le cesara por negarse a aceptar la inclusión de paracaídistas entre los primeros puestos de su lista electoral. Henche debió recordar la famosa frase de Napoleón de que más vale una retirada a tiempo que una derrota y presentó la dimisión. Y es que entre la denominada clase política cada día quedan menos sufridores, dice Lobo Cojo. También me han dicho que al margen del problema de los paracaídistas, Henche se mostraba preocupado por su futuro político (los sondeos no le eran favorables) y tampoco se sentía cómodo en el puesto de alcaldable de uno de los municipios más importantes de nuestra comunidad, al ver la pasividad de los responsables de su partido que, a poco más de un mes de las elecciones, ni siquiera se habían dignado a promover un acto de campaña que le promocionase de cara al electorado. El divorcio estaba cantado, como también lo estaba el nombramiento de su sustituta, Carmen Rodríguez, la edil más veterana de nuestro Consistorio, que a tenor de cómo están las cosas en el seno de la familia popular villalbina, a la hora de confesar sus aspiraciones electorales podría recurrir perfectamente al chiste de la señora paralítica que fue a Lourdes a curarse y al ver cómo su silla de ruedas se precipitaba cuesta abajo, gritaba: Virgencita, Virgencita, que por lo menos me quede como estoy... ¿Lo entienden, no?”.