Rubias, tostadas y negras, de alta e incluso de baja fermentación, elaboradas de forma completamente artesana, hasta el punto de incluir ‘ingredientes’ como el agua de mar o la calabaza. La primera Feria de la Cerveza Artesanal Gallega organizada por la Concejalía de Comercio, Turismo y Desarrollo Local de Valdemorillo brindará la ocasión de descubrir toda una variedad de sabores, disfrutando de una bebida que surge de un trabajo ‘duro’ que exige mucho mano de obra, materia prima y la dedicación de quienes la elaboran de modo completamente natural. Es, por tanto, la fiesta de la cerveza con auténtico sello artesano, el que le ponen seis firmas llegadas de Galicia; Monterrey, Menduiña, Chopps, Aurium, Galponbier y Lenda. Media docena de grandes invitaciones a saborear creaciones de primera, destinadas a ahora a compartir encuentro con el público junto a la marca con rúbrica enteramente valdemorillense, la auténtica Monasterio, y The Wagon, marca llegada de la Ventas de Retamosa, también invitada a servirse en el fin de semana que tan bien ‘pinta’ del 6 al 8 de noviembre.
Todo un abanico de sabores y estilos propios para asegurar “las bondades” de esta primera edición, presentada el pasado jueves, 29 de octubre, en un acto que contó con las intervenciones del presidente de la Asociación de Artesanos Gallegos de la Cerveza, Pater Paul, de Marta, como representante de la cerveza local, y del Concejal promotor de la idea, Nino Gil. Con sus explicaciones confirmaron el contenido propuesto para esta cita, en la que tampoco faltará la otra artesanía, la del cuero, el vidrio y la cerámica, y en la que incluso los niños contarán con sus propias atracciones. Y ello porque además de las distintas catas, en ese vaso de cristal que podrá adquirirse al precio de un euro y que se irá ‘reponiendo’ allí donde elija cada visitante, abonando el importe único fijado por consumición, el programa de esta Feria incluye otras propuestas de interés, como un curso de fabricación casera, a impartir en la tarde del sábado por el propio Pater Paul, o el concierto que poco después, ya de noche, elevará acordes en tributo a los Creedence con la música en directo de un grupo toledano de rock.
Los asistentes podrán realizar su particular ‘recorrido cervecero’, una iniciativa que busca potenciar el consumo igualitario, de modo que vayan depositándose en la urna correspondiente las papeletas que luzcan los ocho sellos que prueben que el titular del boleto ha pasado por el stand de cada una de las firmas participantes. Un gasto que, además podrá resultar premiado en el sorteo de varios packs de cerveza con el que se despedirá esta primera edición.
Talleres de plastilina para los pequeños, actuaciones que sorprenderán entre toques de malabarismo, la posibilidad de incluir algún instante de magia y hasta otro taller de alfombras para todo el que se atreva, son otras buenas razones que buscan hacer de esta Feria de la Cerveza Artesanal Gallega un buen motivo para acudir a Valdemorillo, de modo que el público se anime incluso a prolongar su estancia descubriendo el resto de propuestas que brindan los establecimientos hosteleros de la localidad. Porque mucho, en suma, es lo que se ofrece con esta iniciativa, en la que como destaca el Concejal, se espera contar no sólo con una buena acogida por parte de los propios vecinos, sino también con la presencia de los ‘cerveceros’ procedentes de otros municipios e incluso de Madrid capital.
Con una media de ocho barriles de treinta litros por cada una de las firmas gallegas, más la rubia, tostadita y de trigo que se tire de barril con el sello de Monasterio y la cantidad de cerveza traída de Toledo, se calcula que en total podrían llegar a ponerse en venta unos 1.920 litros en estas tres jornadas. Y para acompañar esta magnífica ocasión de descubrir la cerveza artesanal, para lo que los no iniciados deberán probar primero con la más suave, tampoco han de faltar las raciones de pulpo, único alimento que se servirá esos días en el Pabellón. Mucho sabor, por tanto, en una cita que aguarda ya a ese consumidor de cerveza artesana, “diferente al de los cubos de botellines”, que en los últimos años ha creado un mercado y que está llamado a rubricar con su presencia el éxito de esta Feria.